De pañales para niños a pañales para adultos

La noticia podría ocupar un espacio breve en la sección de Economía de cualquier periódico y pasar allí más o menos inadvertida, si no fuera porque encierra un auténtico drama que supera su cariz puramente económico y al que haríamos bien en prestar la debida atención –que, al menos según mi criterio, debe ser mucha– más temprano que tarde: la principal productora de papel de Japón y una de las empresas de pañales más importantes del país, Oji Holdings, anunció que dejará el mercado nacional de los pañales para bebés debido a la caída de los nacimientos y se centrará en el de los adultos. La compañía fabricaba hasta ahora unos 400 millones de pañales de bebé al año para el mercado nacional, muy por debajo de los 700 millones de pañales que elaboraba en 2001, cuando alcanzó su pico de producción. El año pasado el número de recién nacidos en Japón cayó un 5,1% hasta quedar por debajo de los 800.000, un mínimo histórico, mientras que la población de 65 años o más supone ya el 29% del total, lo que sitúa a Japón como el segundo país con mayor envejecimiento demográfico del mundo, sólo después de Mónaco. Dicen que es de precavidos hacer caso a ese refrán que reza «cuando veas las barbas de tu vecino afeitar, pon las tuyas a remojar». Sí, el progresivo envejecimiento de la población por la baja natalidad también comienza a ser un problema en este país nuestro, donde los perros se han convertido en el sustitutivo de los hijos. O creamos las condiciones idóneas para que los jóvenes puedan acceder a empleos y viviendas dignos, para que haya políticas que favorezcan la conciliación de la carrera profesional con la vida familiar, o tendremos un grave problema. No entiendo que esto no sea una prioridad para cualquier gobierno.