En estos tiempos salir de vacaciones es un lujo. Y, sin embargo, siempre hay quien nos recuerda que se puede conocer mundo sin necesidad de realizar grandes gastos. Solo –ni más ni menos– se requiere un poco de espíritu aventurero y de imaginación. Es lo que hace el fotógrafo Kike López, que el año pasado invirtió quince días en cubrir el trayecto entre Toledo y Finisterre sin dinero, únicamente mediante trueques de alimento o combustible –viaja en una furgoneta– por fotografías.
Y no es la primera vez que hizo algo así, ya que en noviembre de 2020 fue a Andalucía con este mismo modelo. Es verdad que no todo es agradable, pues hubo días que no pudo desayunar ni comer hasta las cinco de la tarde ni conseguir llenar el depósito del vehículo.
Sin embargo, estos días se compensan con esos otros en los que veía cómo la gente se volcaba con él y le ayudaba: «Un chaval que viaja por ahí con una cámara profesional nos va a regalar unas fotos a cambio de algo», comentaban algunos vecinos con los que se cruzaba. Y luego están, cómo no, esas historias de la gente, esos momentos de confidencias inolvidables, pues por momentos también regaló fotografías a personas mayores a cambio de sus relatos de vida.
En su viaje, algunas personas le marcaron de forma especial. Como Teresa, una mujer que estaba superando un cáncer y le llenó el depósito del vehículo tras una sesión de fotografía. Sí, a veces las mejores vacaciones no son cuestión de dinero; solo de humanidad.