El Gobierno español en su tarea legislativa y reglamentaria obtiene algunos resultados que se contradicen con sus intenciones. El comentarista Fernando Ónega observaba hace unos días: hizo un plan para abaratar los alquileres, pero se dispararon; rebajó el IVA para que la gente con pocos ingresos pudiera comer y los alimentos subieron un 15 por ciento.
Cabría añadir: Con el nombre ‘Solo sí es sí’, hizo una ley para proteger a las mujeres del acoso sexual y el resultado ha sido que al agresor se le castiga menos que antes.
Y lo más fuerte: aprobó una Ley de Bienestar Animal y se olvidó de proteger a una especie de ellos, la racional, facilitando que la vida humana se «interrumpiera». En la nueva Arca salvadora entraron todos menos Noé.