El mal ejemplo de nuestros políticos

Este fin de semana ha saltado a los medios una triste noticia: la de la boda forzada de una niña de 13 años con un chico de 19 en Moral de Calatrava (Ciudad Real). La pequeña está embarazada de doce semanas. La Guardia Civil seguía el caso desde hacía meses porque un hospital alertó de que la chica ya había sufrido un aborto espontáneo. La Benemérita ha detenido al chico, a sus padres y a los padres de ella, todos de nacionalidad búlgara.

Según explica El Mundo, el chico la conoció a través de facebook y decidió que quería casarse. Se lo comentó a sus padres que, a su vez, contactaron con los padres de la chica. Llegaron a un acuerdo, supuestamente a cambio de una cantidad de dinero, y se concertó la boda.

La noticia es acongojante, como los comentarios que pueden leerse en la web del diario madrileño. El primero de ellos dice textualmente: «ZP, explica a los españoles qué enseñanzas tenemos con personas que tienen estas tradiciones. ¿No tenemos bastantes problemas con nuestros propios desechos que los tenemos que importar? Además también mantenerlos y sufragar su modus operandi medieval. Menos defender a sinvergüenzas y más a quienes te pagan tu vida y brotes amarillos venezolanos».

Es el típico comentario que antes se hacía acodado en la barra de un bar con un palillo entre los dientes o en una reunión con los amigos bañada en alcohol. El nivel intelectual del ‘comentarista’ deja mucho que desear. Pero no es extraño. Quien siga la actualidad del Congreso verá que se ha convertido en una especie de taberna cutre donde insultarse y caer muy muy bajo. Con líderes como los actuales, no es de extrañar ‘ciudadanos’ como el tiparraco este. Es el ejemplo que dan nuestros políticos.