A trabajar, que Laura y yo nos encargamos de los niños

El verano pasado, Rubén Viñuales y su familia vinieron a casa a pasar el día y a explicarnos el proyecto de ciudad del PSC para estos próximos años. Esa fue la primera vez en que el futuro alcalde de Tarragona planteó a Montse su posible incorporación al proyecto socialista para la ciudad. Creo recordar que hicimos una barbacoa. Entonces apenas nos conocíamos de varios encuentros ocasionales.

En la sobremesa, mientras Rubén intentaba persuadir a Montse bromeando con un contrato en una servilleta, su esposa Laura y un servidor nos dedicamos a jugar con los niños y nuestros dos perros (Pato y Duck). Allí tuve la oportunidad de hablar un poco con ella sobre las dificultades y el desgaste que supone convivir con alguien que se dedica en cuerpo y alma a esto de la política. Es para pensárselo bien, especialmente cuando hay niños pequeños de por medio. Y también a nivel de relación de pareja.

Laura me reconoció abiertamente que lo de tener un marido volcado en lo público es una especie de tortura, pero a la vez me trasladó su apoyo incondicional al candidato, así como orgullo de estar al lado de alguien valiente, sin miedo a exponerse al juicio constante de la opinión pública y a trabajar por y para la ciudad y su gente.

La escuchaba e intentaba ponerme en su piel. Si Montse finalmente aceptaba el reto, sabía que tarde o temprano me iba a encontrar en una situación parecida. Meses después, tras darle muchas vueltas y de hablarlo en casa, Montse decidió dar el paso. Con total libertad, con el apoyo incondicional de su familia. Como tiene que ser.

Y con mi confianza plena en que, a pesar de las dificultades del camino y de las críticas, siempre encontrará la manera de hacer un buen trabajo, honesto y poniendo Tarragona por delante de todo, incluso de ella misma.

Dentro de pocos días Rubén se convertirá en alcalde y Montse tendrá una gran responsabilidad en el nuevo gobierno municipal. El reto es mayúsculo porque hay margen de mejora en casi todos los campos. Los dos son plenamente conscientes de la realidad de nuestra ciudad, pero al mismo tiempo están ilusionados y capacitados para aportar gestión, trabajo y nueva energía a Tarragona. A todo el equipo de este PSC ganador en las urnas les viene ahora lo más difícil. A partir del 17 de junio, una vez constituido el nuevo pleno municipal, las riendas de la ciudad estarán en sus manos.

A Rubén, a Montse y al resto de miembros del partido socialista os pido que gobernéis con humildad y abiertos a dialogar con el resto de formaciones políticas. Siempre se avanza más desde la suma que desde la confrontación. Tarragona necesita generosidad de todas las partes para recuperar el tiempo perdido.

Os pido que seáis prácticos y que pongáis el bien colectivo al frente de las prioridades, dejando al margen las ideologías y los sectarismos a los que la política nos tiene acostumbrados. Defended a Tarragona y al ‘tarragonisme’ ante todo y ante todos. No dudéis en aceptar propuestas de los partidos de la oposición si van en beneficio del conjunto.

Demostrad que es posible tener una ciudad donde todos podamos sentirnos cómodos y a la vez orgullosos. Respetad y atended a la diversidad. Y lo más importante, impulsad un gobierno cercano a las personas, que escuche y busque soluciones a los múltiples retos que planteamos como sociedad. No queremos políticos que se escondan durante cuatro años. Hay que dar siempre la cara y ser honestos con la ciudadanía y con vosotros mismos.

Rubén y Montse. Poneos a trabajar desde el primer minuto. Somos muchos los que confiamos en que haréis un buen tándem y que la ciudad saldrá ganando. No hay tiempo que perder. Ya sabéis que llevar una vida pública conlleva sacrificios personales y familiares, aunque al final siempre saquéis tiempo para vuestros hijos.

Pero no os preocupéis por los niños, que Laura y yo nos encargamos de ellos. Vosotros dedicaos a Tarragona. Os habéis ganado la confianza de buena parte de vuestros vecinos y vecinas y la oportunidad de demostrar vuestra valía. Hacednos sentir orgullosos.