Ser joven hoy en día es una faena. Si ya cuesta salir de casa de los padres por lo caros que están los alquileres y las hipotecas, encima tampoco abunda el empleo.
La media de edad a la que se emancipan los españoles cada vez es más tardía: ahora está en 30,3 años, ya talluditos, según datos de Eurostat. Es la cifra más alta en las últimas dos décadas. «Cobro 1.100 euros y me piden 600 por un alquiler, así que no me salen las cuentas.
Por eso aún sigo viviendo con mis padres, hasta que pueda encontrar un trabajo mejor», se sincera Fran, un tarraconense de 28 años. Y para tener un mejor salario muchas veces hay que buscarse la vida en otro sitio.
La provincia de Tarragona ha perdido, en diez años, 55.100 jóvenes de entre 20 y 39 años. La mayoría se ha marchado por la falta de oportunidades en el mercado laboral.
La generación más preparada, dicen, y la primera que va a vivir peor que sus progenitores. De tener hijos ya casi ni hablemos, imposible que repunte la natalidad. A ver si va a ser verdad eso de que cualquier tiempo pasado fue mejor.