Francia está consternada porque no ha sido capaz de ofrecer una vacuna al mundo. El Instituto Pasteur ha cancelado su principal proyecto porque no es eficaz. Asimismo, los laboratorios Sanofi, que anunciaron a bombo y platillo un antídoto para curar la Covid-19, han anunciado un retraso de más de un año. Los analistas coinciden en reconocer que la ciencia francesa está muy deprimida por la falta de financiación, pública y privada, y la consiguiente fuga de cerebros a otros países.
En España nadie pensaba que estaríamos en el grupo de cabeza de las vacunas y, sin embargo, aunque con retraso, andamos cerca de conseguirlo: de los tres proyectos de vacunas contra la Covid-19 que se están realizando en nuestro país, el más avanzado es el que dirigen los virólogos Mariano Esteban y Juan García Arriaza en el Centro Nacional de Biotecnología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CNB-CSIC).
El candidato vacunal MVA-CoV-2-S, ha mostrado una eficacia del 100% en los ensayos en ratones. «Hemos observado que genera una respuesta inmunitaria robusta con producción de anticuerpos neutralizantes y activación de linfocitos T en ratones», ha explicado a una revista médica Mariano Esteban, que dirige el laboratorio de poxvirus y vacunas del CNB-CSIC.
La publicidad privada de estos días en los medios en favor de más inversión en I+D tiene todo el sentido: si hemos llegado a tanto con una financiación misérrima, imagínense lo que hubiéramos podido conseguir si nos preocupáramos de lo importante.