El primer artículo que firmé con mi nombre sigue colgado en la pared del piso en el que viven mis padres en Tarragona. Era una crónica para el antiguo Diari Aquí sobre las colas en las oficinas de la Policía Nacional de Reus para renovar el DNI o pedir el pasaporte.
El tema, ahora, es indiferente. Sin embargo, al ver por primera vez mi nombre impreso en la página como autor del texto (de hecho, co-autor, ya que lo firmé junto a otra compañera) tuve una sensación de satisfacción que he vuelto a sentir en contadas ocasiones.
Pensaba en todo esto hace apenas 48 horas, cuando caía en mis manos la primera edición de la revista Andererseits (Por otra parte). Era un evento social y la jefa de comunicaciones se acercó a hablarme del proyecto con un ejemplar en la mano. Andererseits es un medio de información (principalmente online) cuya redacción la forman periodistas con discapacidad y síndrome de Down. De hecho, entre el 15% y el 20% de las personas que viven en Austria tienen algún tipo de discapacidad, sin embargo, apenas hay un puñado de periodistas con discapacidad en activo.
El proyecto nació hace apenas unos años y han creado una estructura en la que trabajan juntas personas con y sin discapacidad. Según explica el propio periódico, su objetivo es «devolver al periodismo lo que le falta: las perspectivas de las personas que excluye».
La revista impresa es uno de los productos que acaban de lanzar como parte de su campaña para conseguir 2.000 suscriptores y poder garantizar la subsistencia de la organización. El objetivo no es ni mucho menos pequeño, pero están cerca de conseguirlo.
Una primera ojeada a la revista puede hacer a uno pensar que está hecha con celeridad y pocos recursos por la sencillez de su diseño. Nada más lejos de la realidad. Un equipo de diseñadores gráficos ha trabajado con los propios periodistas de la redacción para llevar al papel un esquema visual adaptado a las necesidades del colectivo: grandes espacios en blanco, secciones y párrafos delineados, frases cortas y con un lenguaje simplificado (en alemán se conoce como ‘leichter Sprache’ o idioma ligero, en contraste con el ‘Hochsprache’ o alemán ‘elevado’ que se suele utilizar en los medios impresos).
‘Andererseits’ es un medio cuya redacción la forman periodistas con discapacidad
El ‘layout’ de la revista no fue lo que más me impresionó, sino su línea editorial. Para la primera edición consiguieron entrevistar al canciller austriaco, es decir, el jefe del Estado, Alexander Van der Bellen.
En principio, no hay nadie más importante en este país a quién entrevistar. De hecho, cada una de sus entrevistas copa los informativos y las portadas de los principales medios de comunicación durante varios días. Sin embargo, Andererseits decidió poner en portada la imagen de la periodista de su propia redacción, Hanna Gugler, y el titular del artículo que escribió para la primera edición «Más tiempo para disfrutar».
Toda una declaración de intenciones. El artículo narra las distintas actividades que realiza la periodista para desconectar del trabajo e invita a los lectores a compartir las suyas en la página web o en la propia revista, en un espacio en blanco diseñado para que cada lector vierta su opinión directamente en el papel, como una especie de bitácora personal.
Proyectos como este representan la misión del periodismo de modo sencillo y puro
La revista está diseñada para y por su audiencia, poniendo el foco primero en las preocupaciones y necesidades de su público. Fue en ese instante, mientras ojeaba el artículo de Hanna Gugler y veía su nombre y su foto tanto en la portada de la primera edición como en las páginas interiores al lado del artículo, cuando me sobrevino el recuerdo y la sensación de ver mi nombre impreso en el Diari Aquí. Esbocé una sonrisa al imaginar que Gugler pudiera haber experimentado algo parecido.
Los que seguís estás columnas, sabréis que ‘La Mirada desde Viena’ es un espacio que utilizo habitualmente para explicar los muchos y variados ataques contra los medios y la libertad de prensa a través de las historias personales de compañeros (algunos de ellos también amigos) que he ido conociendo en todo el mundo: desde amenazas de muerte, juicios y condenas de prisión totalmente arbitrarios, y campañas de desprestigio y acoso en redes sociales. No os negaré que las fuerzas desfallezcan de vez en cuando ante este panorama. Sin embargo, proyectos como el de Andererseits (andererseits.org) representan la misión del periodismo de una manera tan sencilla y pura que no puedo más que esbozar una sonrisa.
