La última carta

Basta sustituir a Wert en Educación, para que creamos estar mejor educados

19 mayo 2017 22:28 | Actualizado a 22 mayo 2017 18:03
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Por mucha paciencia que los españoles tengamos para seguir barajando no sabemos a qué carta quedarnos. El gobernador del Banco de España, con escasas horas de diferencia, nos ha prevenido del «inexorable recorte futuro de las pensiones». Muchas personas mayores se echaron a temblar, pero los que somos sinceramente viejos hasta nos falta temperatura. ¿Quién le dice miedo a los que nos bombardearon la infancia? Fueron los dos bandos, «injustamente vencedores y justamente vencidos», pero ya está bien de historias antiguas que todas chorrean sangre. Ahora, por fortuna, las cosas se resuelven o se intentan resolver de otra manera y basta sustituir al señor Wert en Educación, para que creamos que estamos todos mejor educados, pero la casa está por barrer y los que manejan la escoba siguen haciéndolo para dentro. ¿El señor Linde está asustado o quiere asustarnos? ¿Pretende que ahorremos de lo que nos falta o lo que quiere es que contratemos planes privados? Rajoy ha salido al paso de sus declaraciones, pero es incapaz de ponerle la zancadilla y asegura que no hay nada que temer.

Lo dirá por él, que no ve venir las cosas hasta que tropieza con ellas, pero los demás vivimos en la pura indefinición, sin saber a qué carta podemos quedarnos, que para muchos de nosotros será la última. La piedad ha muerto, después de una breve mejoría, y el Supremo considera absurdas las coartadas de Chaves y Griñán. ¿Dónde están los favorecidos? ¿Por qué nadie sale en defensa de estos señores si no se llevaron nada que no fuese para repartirlo entre los que no tenían? El buen caballero don Jorge Manrique, lleno de comprensión, habló de los que «por no tener, con oficios indebidos se mantienen». A Chaves y Griñán se les acusa de otorgar ayudas a sabiendas de que eran ilegales, pero lo que es ilegal es el hambre. Eso sí que es una arbitrariedad. El juez no aprecia enriquecimiento ilícito de ninguno de los dos expresidentes de Andalucía. De la pobre y hermosa Andalucía.

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