Aunque fuera por pantalla interpuesta, me agradó participar, con Núria Pérez, en la presentación del libro Homo rebellis, de Lluís Amiguet, en el Centre de Lectura de Reus que preside Lluís Miquel Pérez.
De entre las muchas curiosidades que contiene esta magnífica obra, cito que en los Juegos Olímpicos quien obtiene la medalla de Bronce es más feliz que quien consigue la de Plata. El tercero sube al podio y piensa en los que no tuvieron esta suerte, en cambio el segundo lamenta no ser el primero. El mismísimo Carl Lewis confirmó a Amiguet esta experiencia, aunque él la veía desde la cima.
Kierkegaard ya dijo que la comparación hace infelices. Que le pregunten a Salieri, muy buen músico… si no se hubiera comparado con Mozart.