«Me encantaría que en mi epitafio se pudiera poner ‘Motivó y guió’». Lo dijo Paco Gómez Antón, uno de los más brillantes y apreciados profesores de Periodismo de la Universidad de Navarra, fallecido ayer a los 85 años.
Vivió los comienzos, cuando Pamplona pasaba de ser capital provinciana a cosmopolita. Contaba al respecto una llamada del jefe de la estación: «Miren, aquí tengo un chino que debe ser de ustedes». Con el tiempo trabó amistad con cientos de periodistas de todo el mundo, sobre todo de Latinoamérica y se fue a vivir su jubilación en México.
Nos daba clase de política. Era divertido. Nadie miraba el reloj en clase.
En Tarragona los asistentes a los cursos del CEPEDE quedaban encantados de sus exposiciones, que parecían espontáneas. Inolvidable profesor que decía: los conocimientos son importantes, pero más las destrezas para seguir aprendiendo cuando uno termina la carrera.