Precarios

Ya no hay trabajos para toda la vida, y no los va a haber

19 mayo 2017 22:46 | Actualizado a 22 mayo 2017 18:14
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El último informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) titulado Perspectivas Sociales y del Empleo en el Mundo 2015 dibuja un panorama en el que el trabajo asalariado va a la baja, mientras crecen otras formas de empleo vinculadas a la autoocupación. Ya no hay trabajos para toda la vida, y no los va a haber. Apenas la mitad de la población activa mundial cuenta hoy con un salario por cuenta ajena –la otra mitad se lo busca por su cuenta– y, de ellos, seis de cada diez lo hacen con un empleo a tiempo parcial o temporal.

La denuncia de la precarización de las condiciones laborales está a la vuelta de la esquina, y está justificada. Pero no en todos los casos. En economías como las de China o India, cuyo modelo poco se diferencia hoy del que tenía la Europa que hizo la Revolución Industrial (en España, apenas Catalunya y Euskadi), la lucha por un contrato laboral que reconozca y asegure unas condiciones mínimas es prioritaria. No ocurre lo mismo en economías mucho más maduras, como la holandesa, donde los contratos a tiempo parcial son la norma. Y nadie discutirá que a los holandeses les va bien. Son emprendedores, gozan de una buena cobertura social... y encima tienen tiempo para dedicarse a su familia y aficiones.

La duda llega cuando abordamos casos como el español, donde para emprender hay que empezar pagando (la cuota de autónomos no perdona) y lo que en otros países es flexibilidad, aquí es precariedad pura y dura, con emprendedores por necesidad en proyectos de bajísimo valor, falsos autónomos y contratos basura donde se hacen más horas que un reloj. Con una tasa de desempleo juvenil del 57,9%, récord en Europa, por desgracia no somos Holanda. La pregunta es qué somos, pero sobre todo qué queremos ser.

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