Totes les cartes del dia

19 mayo 2017 20:06 | Actualizado a 21 mayo 2017 21:10
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Queja por una multa en zona de carga y descarga en Reus

El jueves 25 de febrero de 2016, a las 12.47 horas, me pusieron una multa por dejar mal aparcado mi coche, en zona de carga y descarga. Estaba en President Companys, delante de ‘la Caixa’ del Mercado Central de Reus

Reconozco que mi coche estaba mal aparcado, pero el motivo de esta queja no es ese, sino poder manifestar mi malestar con una pataleta, que es lo único que nos queda al rebaño de población que nunca tiene derecho a nada. Como decía, quiero manifestar mi gran decepción en contra de la policía urbana de Reus, más concretamente con el agente nº 0246 y con el otro que se encontraba en la recepción de sus dependencias 10 minutos más tarde, es decir, sobre las 13.15 de ese mismo día.

Quisiera que alguien me dijera quién puede contestar a las preguntas de los ciudadanos cuando lo necesitamos, porque yo misma, el otro día me sentí fatal y ninguneada totalmente, cosa que me hizo saltar hasta las lágrimas de impotencia. A la misma vez que mi coche, en la misma zona de carga y descarga, se hallaban 4 coches más. Dos de ellos, llevaban la identificación de minusvalía, el otro era una furgoneta sin reloj que indicara a qué hora había llegado y luego había otro turismo normal. El único coche denunciado era el mío.

Como salí inmediatamente de ‘la Caixa’, que era a donde había ido, tuve tiempo justo de subirme al coche porque los agentes ya habían llamado a la grúa y ya estaban al lado de mi coche. Pero sólo al lado de mi coche, porque cuando me fui, la grúa también lo hizo, o sea que no estaban dispuestos a llevarse ningún coche más, sólo el mío. ¿Por qué? Pues porque sí, porque por lo visto ese día me había tocado a mí, así, al azar...

¿Por qué me tocó sólo a mí si había 4 coches a mi lado mal aparcados también? Pues aún no lo sé, nadie me ha contestado bajo qué criterios trabajan a la hora de poner denuncias al azar. No me parece que en estos casos la policía sea la autoridad que está para defendernos y ayudarnos, sino todo lo contrario, me da la sensación de que somos unos pobres desgraciados que estamos en sus manos a expensas de sus elecciones diarias de forma aleatoria.

Para más indignación, me dirigí a las dependencias de la policía local y el guardia que se encontraba allí en esos momentos, me contestó diciéndome que podía recurrir o pagar antes de 15 días y me descontarían el 50%. Es decir, pasó olímpicamente de mi pregunta porque no me contestó para nada. Fue como una conversación de besugos, yo preguntando una cosa y él, contestando otra. ¡Qué manera más diplomática de insultarnos en nuestra propia cara!

Hice fotos de los cinco vehículos, en las cuales aparece sólo el mío multado, no sé si esto servirá para algo, pero si no, servirá para desahogarme con vosotros, el resto del rebaño, los que votamos para concederles el poder a unos pocos y luego ni nos escuchan ni se dignan a contestar a nuestras preguntas.

Ana Flores

(Reus)

Nomofobia

La nueva enfermedad del siglo XXI se llama nomofobia, un aparato que debería ser un teléfono necesario solo para llamar o que te llamen. La mayoría de la gente, especialmente la juventud lo ha adoptado como una maquina de videojuegos y una manera de estar continuamente mandándose whatsapps donde la gran parte de los escritos son chorradas y una forma de atreverse a decir cosas a otra persona que no se lo dirías a la cara.

En los trabajos, sobre todo los administrativos, es raro el jefe que no ha pillado alguno jugando al famoso Candy Crush. Una parte muy preocupante son el alto porcentaje de accidentes de circulación que se están produciendo por culpa del vicio y la mala utilización del móvil.

El aparatito, cada vez mas sofisticado, es el causante de fracasos escolares, comportamientos compulsivos, aislamiento, falta de comunicación directa con otras personas y un total desinterés de la vida real.

El móvil que empezó como un aparato de emergencia donde tu podías llamar o para que te llamaran y saber de ti por cualquier motivo, lo han convertido en una máquina que te controla temas de salud, de agenda, de conexiones, de pago y, lo que más le interesa a la población, los juegos y los famosos whatsapps, con lo bonito que es mirar a los de una mujer cuando te da calabazas.

Antonio Casero López

(Reus)

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