El cortijo catalán
Vergüenza es lo que nos ha producido a muchos la «fiestaza» de Puigdemont con políticos, periodistas y el jefe de los Mossos. Ajenos a las problemas diarios de miles de catalanes en sanidad, educación o vivienda, ellos no sienten el más mínimo pudor a la hora de exhibir sus juergas en las redes sociales. Además, con un grave perjuicio a la imagen y credibilidad de las instituciones catalanas.
Me pregunto qué operación contra la corrupción de la Generalitat, del 3% o de CDC puede dirigir el jefe de la policía que hace literalmente de palmero y cocinero de Puigdemont en una fiesta particular. Por no hablar de una de las más destacadas periodistas de TV3, riéndole las gracias y cantando a los coros de Puigdemont.
¿Qué neutralidad política puede exhibir en un medio que pagamos todos los ciudadanos? Ya sabíamos que Cataluña es un cortijo donde unos pocos hacen y deshacen pero al menos deberían tener el decoro de no exhibirse.
Rosa Álvarez (Tarragona)
El negocio de los incendios
2016 es un año terrible en cuanto a incendios se refiere. Según datos de Greenpeace, el 95% son incendios provocados por el hombre y casi siempre de manera intencionada. No se puede entender que no haya una mayor prevención o que el gobierno no saque al ejército en verano para patrullar de manera preventiva por las zonas boscosas. ¿O acaso interesa que el bosque se siga quemando? ¿Quién hace negocio con los incendios? ¿Quién edifica después en las zonas quemadas? ¿Quién controla el negocio de los hidroaviones? ¿Quién limpia el bosque después de quemado?
¿Quién hace negocio con la madera quemada? ¿Por qué apenas hay detenciones? ¿Por qué apenas se investigan los incendios? ¿Por qué no se investigan a esas empresas que están facturando gracias al fuego? Y mientras el país entero arde... sigamos pendientes de la cortina de humo del top manta. Y es que... ¡estamos felizmente adoctrinados!
Andrés J. Moreno (Vila-seca)
Tengo esperanza
Escribo esta carta con esperanza. ¿Por qué?, te preguntarás. Pues porque creo que todavía existen en esta sociedad personas honradas, que cuando se encuentran algo que no es suyo, lo ponen de manifiesto para que el propietario lo recupere. Y digo esto porque este martes, 9 de agosto, aprovechando los días de vacaciones y cumpliendo la promesa que les había hecho a mis hijos hacía unos meses, por fin visitamos el zoo de Barcelona.
Fue un día precioso lleno de sorpresas y entusiasmo, con esa capacidad de sorprenderse que tienen los niños pequeños que te transmiten y te vuelves niño como ellos, hice multitud de fotos y videos con la idea de hacer un álbum.
Todo esto último se desvaneció cuando al llegar al coche me di cuenta de que no llevaba la cámara de fotos en el bolsillo. Rápidamente llamé al zoo para comunicarles dónde me podía haber caído la cámara, por donde había estado jugando con mis dos hijos pequeños, mientras mi mujer amamantaba a nuestra pequeña María Inés.
Por el momento parece que nadie la ha encontrado, o al menos no lo ha comunicado. Es una cámara de poco valor material, porque es una compacta Canon Ixus de color negro, tengo esperanza de que la persona que la haya encontrado, se imagine que algún día le puede pasar a él o a ella, y que en su interior algo le diga que tiene que devolverla al zoo porque es lo correcto, aún existen personas honradas, lo sé, y por ello tengo esperanza de recuperarla. Gracias.
Jaume Bordera (Tarragona)