Trabajar en festivos

Rajoy no debería abandonar la Moncloa con las negociaciones pendientes

19 mayo 2017 18:29 | Actualizado a 21 mayo 2017 16:49
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Parece ser que para los políticos trabajar en domingo o en días festivos no está hecho para ellos. Tristes imágenes las que acaban de aparecer en la prensa con Mariano Rajoy, acompañado de José Benito Suárez, Presidente de la Autoridad Portuaria de Marín y marido de Ana Pastor, Presidenta del Congreso de los Diputados, haciendo deporte en pantalón corto por las cercanías de Ribadumia.

Resulta que a estas alturas de la película, el Presidente del Gobierno en funciones, se ha trasladado a Portonovo para pasar dos días de descanso, se supone que alegremente. En un mes de agosto políticamente atípico, en el que muchos ciudadanos honrados y trabajadores no pueden hacer vacaciones por falta de recursos para ello, entiendo que para el líder del Partido Popular (PP), con las negociaciones pendientes de formalizar investidura y constituir gobierno y sin saber cuál va a ser el resultado de los contactos en el horizonte más próximo, las vacaciones no deberían existir y, por tanto, no debería abandonar el madrileño Palacio de la Moncloa.

Pero a Rajoy en Ribadumia le esperaba el fin de semana la Ruta da Pedra e da Auga. El político pontevedrés es un experto del senderismo, a través de extraordinarios parajes gallegos, siguiendo el cauce del rio Armenteira, en la Comarca de O Salnés, que constituye su particular refugio. Pero, en mi opinión, resultaría mucho más conveniente, en este difícil momento, practicar el senderismo político de intrincado trazado, para lo cual no hace falta ropa deportiva con bermudas, zapatillas y polo rojo.

Los dos compañeros senderistas, tras una larga caminata de más de dos horas de duración, ya de regreso, han parado a tomar café en la terraza de un bar, ante la expectación de los vecinos de la zona y un grupo de fotógrafos y reporteros que, pacientes les estaban esperando, para realizar su trabajo en domingo.

Y mientras tanto la investidura a la espera. Claro que los otros líderes políticos, también responsables de la caótica situación, posiblemente se encontrarían en análogos divertimentos, acordes con sus correspondientes aficiones. Y así nos va.

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