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    Crisol

    06 junio 2023 19:48 | Actualizado a 07 junio 2023 07:00
    Emilio Mayayo
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    Adecir verdad, en esta vida para hacer cosas hay que tener tiempo y, sobre todo, querer. Siempre se ha dicho que el disponer de tiempo es vital para que se generen los proyectos que uno pretende realizar y que va dejando para mañana. No voy a poner en duda que también es muy importante disponer de capacidades o por lo menos proponerse hacer lo que uno pretende. No hay que olvidar que siempre hay manos amigas o buenos amigos que pueden echar una mano.

    Uno que por la edad ya dispone de lo básico, de tiempo, pretende buscar zonas grises que le han surgido a lo largo de su vida. Digo zonas grises a aquellas que no son ni blancas ni negras y que se ubican en lo que uno matiza según el cristal con que mira. Lo digo con conocimiento de causa adquirido con muchos años de ver la patología humana a través del microscopio para dar el diagnóstico exacto de las lesiones. Benigno, bueno, y maligno, malo, teniendo muchas veces lo intermedio (border line) como zona gris a estudiar y resolver.

    En la vida no profesional, en la cotidiana, también salen y a mí me han salido muchas zonas grises. Ahora que dispongo de más tiempo y quiero, mi intención es esclarecer zonas grises que me inquietaron tiempo atrás. Muchas de ellas están en relación con lo acontecido en el pasado y son las que proyectan a uno hacia su futuro. Para simplificar, es buscar las raíces que han sido lo elemental para hacer crecer el árbol de la vida de la sociedad en la que a uno le ha tocado vivir. Hablo de la historia y de los hechos acontecidos. A otras personas les puede dar por profundizar en el estudio de los dinosaurios, de las montañas de la tierra o del sexo de los ángeles.

    Hay personas cultas y leídas a las que la palabra crisol les conducirá a una gran obra de Arthur Miller en la que relata la caza de brujas ocurrida en 1692 en Massachusetts

    Nada es sencillo y todo tiende a complicarse cuando uno profundiza en los conocimientos. Tomemos por ejemplo la palabra que he puesto como título a este escrito, crisol. Para muchos será un vocablo desconocido. Tendríamos que hacer una sencilla y escueta pregunta callejera para saber el grado de cultura de los encuestados. Luego seguro que muchos la buscarían en Google o los más veteranos en el diccionario de RAE que tiene en su casa o en una enciclopedia, que por cierto cada vez hay menos diccionarios y enciclopedias en las casas modernas. Puede que algunos se orientaran por el término crisol de culturas o crisol de razas, que es donde las sociedades heterogéneas se transforman en sociedades homogéneas mezclándose etnias, religiones, culturas llegando a una sociedad multiétnica, cuyo resultado es la idea positiva que produce una tolerancia social armoniosa.

    Si buscamos en la RAE se encuentran dos posibilidades de definición. La primera es recipiente hecho de material refractario, grafito mezclado con algo de arcilla, que se emplea para fundir alguna materia (básicamente, metales) a temperatura muy elevada (hasta 1.500 grados). La segunda, cavidad que en la parte inferior de los hornos sirve para recibir el material fundido. Es la forma más habitual de uso cotidiano por los ciudadanos.

    Valga esta exposición para poner de manifiesto la diversidad de significados que puede tener un vocablo. Todo dependerá en el contexto que se use

    Sin embargo, hay personas cultas y leídas a las que esta palabra les conducirá a un gran escritor, Arthur Miller, y una de sus grandes obras, El Crisol, en la que relatando la caza de brujas ocurrida en 1692 en Salem, Massachusetts, hace apología de la ‘caza de brujas’ realizada por el senador McCarthy en Estados Unidos en los años 50, cuando se persiguió a gente de tendencias liberales e izquierdistas alegando ser comunistas y simpatizantes de la Unión Soviética. Además, hay algunos eruditos lectores que no olvidan que en nuestro país en los años 1931 y 1932 existía un periódico editado en Madrid en el que realizaron grandes artículos gente como José Ortega y Gasset o Ramón Pérez Ayala, entre otros.

    Si uno ya se inclina hacia la historia, debe tener en cuenta lo acontecido hace un siglo en Zaragoza, en concreto el 4 de junio de 1923. En esta fecha fue asesinado a tiros el cardenal Juan Soldevilla Romero por dos justicieros, Francisco Ascaso y Rafael Torres Escartín, anarquistas de la ciudad. Fue un hecho muy relevante ya que era la primera vez que se asesinaba a una alta jerarquía de la curia. Se justificó por los autores como justicia a la represión gubernamental y patronal por los asesinatos del Salvador Seguí Rubinat (El noi del sucre) en marzo del mismo año y del abogado Francesc Leyret Foix en 1920. Soldevilla era considerado instigador del terrorismo patronal contra la clase obrera, participación en negocios ilegales como casas de juego y prostitución, así como abuso de monjas e internas en la escuela-asilo a la que acudía todas las tardes, en cuyas puertas aconteció el hecho. Además, junto a Severiano Martínez Anido y Gabino Bugallal Araujo fueron los inductores de la muerte del Noi de sucre y de tantos otros, realizadas por pistoleros del Sindicato Libre creado por Ramón Sales Amenos.

    Los inculpados de la muerte de Soldevilla eran miembros de grupos anarquistas, Torres, de ‘Los Justicieros’ y Ascaso, de ‘Crisol’, que acabarían fusionándose, junto a otros miembros de ambos grupos en ‘Los Solidarios’. Y podríamos seguir con esta peculiar historia de nuestra Historia.

    Valga esta exposición para poner de manifiesto la diversidad de significados que puede tener un vocablo. Todo dependerá en el contexto que se use. Hace falta tener tiempo y querer, para conseguir ser el crisol en el que se fundan todas las ideas.

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