Palestinos

Los palestinos se consideran árabes porque no quieren identificarse con los judíos. Lo cual los perjudica porque da una coartada a los israelíes para tratarlos como a invasores, descendientes de la oleada islámica que conquistó el Oriente Medio, y sentirse ellos como los legítimos propietarios de la tierra, conforme al título de propiedad que supone la Biblia.

Los historiadores siempre han sabido que no es así, que los palestinos son cananeos, como lo son los herederos de los fenicios, los libaneses, y como lo son los auténticos judíos.

Los estudios genéticos así lo confirman. Los hebreos no estuvieron cautivos en Egipto, sino que no se movieron de lo que es hoy Israel, salvo que comerciaran. La Biblia no es un libro de historia. En algún momento llegarían, pero no en tiempos históricos ni protohistóricos.

Posiblemente fueran una población marginal, de las zonas montañosas, que se aglutinaron y ocuparon el espacio de los cananeos más civilizados.

Las diásporas que decretaron los romanos en los años 70 y 135 provocaron la dispersión por el mundo conocido de los cabecillas y seguidores de las rebeliones contra el Imperio, no del total de los habitantes de Palestina.

Fueron los romanos los que en ese año 135 cambiaron el nombre de los antiguos reinos de Judá e Israel por Palestina. No se lo inventaron, venía de antiguo, es la evolución de la palabra «filisteo», nombre que utilizaron también los asirios.

Los árabes arrebataron Palestina al Imperio bizantino en el 637. Siguieron llamándola igual. Gran parte de su población se convirtió al islam, y otra parte continuó practicando el judaísmo o el cristianismo. Los palestinos musulmanes provienen de esa etapa histórica. Deberían ser vistos por los judíos como apóstatas, no como árabes. Ahora bien, desde tiempo inmemorial hay en Israel beduinos, que son árabes. Los marginan como en otros lares lo hacen con los gitanos.

En la actualidad se considera al judaísmo como una religión, no como un pueblo. Los judíos que hay repartidos por el mundo, a consecuencia de los pogromos de Europa del este y de los nazis, no son descendientes del rey David ni de sus súbditos.

Verosímilmente, los askenazi provienen de los jázaros –túrquicos asentados en el Cáucaso y luego dispersos por Europa central y del este–. Los sefardíes –los judíos que expulsaron de España– se piensa que, en su mayoría, son de origen bereber. Existe la falsa creencia de que el judaísmo no acepta fácilmente prosélitos. Sin embargo, ha habido pueblos o tribus enteras conversos, como los mencionados.

Independientemente de las religiones –musulmana, judía, maronita, ortodoxa, drusa–, la convivencia entre palestinos había sido buena durante el dominio turco. Fue a raíz de la entrada masiva de judíos, durante el protectorado británico, víctimas de la guerra en Europa, cuando se inicia el conflicto. Los judíos tienen el apoyo de organismos internacionales y de las grandes potencias para crear un Estado propio.

Produjo rechazo en los llamados «árabes». Esta separación se agudiza cuando en 1948 se crea el Estado de Israel, un Estado cada vez más confesional y excluyente.

Cuando un israelí, de pura cepa, insulta a un palestino con el «sólo sirves para ser barrendero», se está insultando a sí mismo, y desconoce la realidad, porque hay palestinos de la diáspora que son reputados profesores, médicos y otras profesiones liberales. Incluso en Gaza y Cisjordania, a pesar de las malas condiciones de vida.Alardean de que Israel es el único Estado democrático de su zona. Si fuera así, no habría que plantearse crear un Estado palestino.

El Diccionario define «antisemitismo» como actitud o tendencia a mostrar hostilidad o prejuicios hacia los judíos. Significado y significante desbarran. La palabra proviene de panfletos del siglo xix. No soy antijudío ni –con permiso de la RAE– antisemita. Lo es el Estado de Israel.