En 2015 el presentador Colbert, en el curso de una entrevista en televisión, dijo de Joe Biden que era «un anciano simpático». Al día siguiente el hoy presidente le llamó y espetó: «Si vuelves a llamarme ‘anciano simpático’, iré personalmente a darte una patada en el culo». El presentador contestó: «No se preocupe, no volveré a llamarle simpático».
Sin embargo lo es, y eso no es poco después de Trump. Su biógrafo Evan Osnos dice de Biden que no pierde ocasión de saludar a la gente, y que es locuaz. Obama le dijo, cuando le tenía de vicepresidente: «Siempre quiero conocer tu punto de vista, Joe, pero que me lo digas en diez minutos, no en una hora».
¿Tendrá EE.UU. un presidente amable? Puede ser lo más conveniente en este momento de división nacional.