Antes de devolver esta privilegiada tribuna a Antoni Coll no puedo dejar de dedicarle unas líneas a la violencia de género, un problema social, gravísimo y continuado. Está bien declararse consternado y participar en minutos de silencio pero no es suficiente. No basta con aceptar el fenómeno con fatalismo, como si nada pudiéramos hacer. Una acción pública seria y sostenida en el tiempo da resultado. Lo demuestran los datos de muertes en accidentes de tráfico, que con las campañas de concienciación, la educación en las escuelas y las medidas policiales han disminuido casi un 70% entre 2004 (3.464) y el año pasado (1.131).Tampoco vale ponerse al lado de las víctimas y engañarse como si nada tuviéramos que ver con lo sucedido. Aún hay mucho machismo, en el lenguaje, piensen por ejemplo en los significados de las palabras zorro y zorra, y en la televisión llena de estereotipos sexistas disfrazados de modernidad. Lo primero es convencer a las víctimas de que no se callen pero mientras el feminicidio no sea motivo de vergüenza colectiva, no avanzaremos.
Vergüenza colectiva
No basta con aceptar el fenómeno con fatalismo, como si nada pudiéramos hacer.
19 mayo 2017 21:57 |
Actualizado a 22 mayo 2017 14:31
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