Hoy celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente. En pleno 2018 vivimos en un momento de plena transición energética donde el futuro modelo de consumo marcará el devenir no sólo de nuestro gasto particular, también de la salud del planeta. El Pacto Mundial de las Naciones Unidas, los 17 objetivos de desarrollo sostenible de la ONU o el Acuerdo de París son algunos de los ejemplos que muestran una voluntad de cambio hacia un mundo más sostenible.
Cómo decíamos, el consumo energético es una de las principales cuestiones de cara al futuro del planeta. Entran en juego las grandes compañías eléctricas, suministradoras de usuarios, negocios y viviendas. Ante la problemática ambiental, muchas empresas concienciadas buscan a través del I+D+i la manera de reducir su impacto en el medio ambiente. Hay una vía muy clara, la eficiencia energética de las centrales.
Con el fin de reducir su huella ambiental lo máximo posible, algunas compañías incluyen, como vemos en el nuevo plan de Endesa, objetivos de reducción para los principales indicadores ambientales, así como para promover la conservación de la biodiversidad a través de la busca de la excelencia en la gestión ambiental.
Además, incluye líneas de actuación dirigidas a promover la eficiencia y la calidad en la gestión de los activos de generación y distribución, así como relativos a la promoción de la movilidad sostenible de los empleados en sus desplazamientos por motivos laborales y personales.
Para situarnos en contexto, el consumo de energía de la UE se tiene que reducir en un 40%, en relación con los niveles de 1990, para 2030, según acordó la comisión de Industria y Energía del Parlamento Europeo y que es vinculado a los países de la unión. Motivo también el cual las compañías eléctricas buscan la forma de conseguir mejores rendimientos.
Actuaciones en Tarragona
Desde la construcción de las primeras centrales hidroeléctricas –hace más de cien años– hasta las últimas –hace tres décadas– la tecnología de estas instalaciones se ha ido modernizando y adaptando a los nuevos tiempos. El salto más importante se ha producido con las últimas innovaciones tecnológicas, que han permitido introducir importantes mejoras de eficiencia, aconteciendo así piezas claves para la transición energética.
En Tarragona, un ejemplo claro lo encontramos en las centrales hidroeléctricas de Endesa en Flix y Riba-roja. La instalación de Flix es una planta de generación hidroeléctrica que explota las aguas del río Ebro, entrando en funcionamiento en 1948. Mientras que la central de Riba-roja, que puso en marxa su primer grupo hidráulico en 1968, está ligada al embalse también con aguas del Ebro.
En ambas centrales, la compañía ha realizado la reconversión de turbinas Kaplan. Se han reconvertido las tradicionales turbinas Kaplan, utilizadas en saltos pequeños y con grandes volúmenes de caudal de agua, con un puntero sistema enviromentaly friendly. Así, el nuevo mecanismo utiliza agua en su interior en vez de aceite.
Tanto el Flix como en Riba-roja se han instalado nuevos equipos de extracción que permiten absorber los vapores de aceite que se producen a las almohadillas o a los grupos hidráulicos. De este modo se filtra la práctica totalidad del aceite (99%) y se separa del aire. Así, el aceite puede volver a utilizarse y se reducen las tareas de mantenimiento de la maquinaria.
Asimismo, en la planta de Riba-roja, se han instalado nuevos equipos refrigeradores llamados intercambiadores ecológicos. Por un lado, son muy eficientes en el intercambio de calor, y de la otra, son modulables, es decir, se pueden añadir o sacar placas en función de las necesidades de cada instalación. Además, disponen de un sistema de doble placa que evita que pueda producirse ninguna pérdida de aceite.
Regulación de caudales fluviales
En relación con la regulación del caudal del río, la gestión integral del agua es una de las prioridades de Endesa y por eso se trabaja en la mejora de la eficiencia en el consumo, la calidad del agua y la gestión de los embalses, como el de Riba-roja, evaluando su potencial ecológico de acogida de avifauna, las posibilidades de control de especies invasoras y evitando la existencia de tramos secos a los ríos regulados.
Entre otras acciones, la compañía coordina y ejecuta crecidas extraordinarias de los ríos cuando se hace necesario arrastrar los macrófitos o plantas acuáticas que se acumulan al tramo final. De hecho, con la ayuda de la empresa especialista Innoviland Solutions S.L, se está realizando un estudio que determine la efectividad de estas crecidas para optimizar su realización.