La normativa europea de emisiones sigue teniendo un gran impacto sobre marcas y concesionarios. Con el objetivo de evitar las multas y las sanciones, el sector sigue trabajando para reducir el impacto medioambiental a través de la electrificación y la tecnología. Pero, ¿cómo está la situación en la actualidad? Según un estudio reciente, Volvo es la marca que se sitúa a la cabeza para cumplir la nueva normativa europea de emisiones de dióxido de carbono (CO2).
El objetivo de la marca era registrar un promedio de emisiones de 110,3 gramos de CO2 por cada kilómetro circulado. Sin embargo, en el pasado mes de agosto esta cifra se situó en los 103,1 gramos por kilómetro. ¿Cómo lo han conseguido? Según la consultora que realiza el estudio, se debe a su «gran enfoque hacia los vehículos eléctricos”.
“Los modelos electrificados representan casi la mitad de sus ventas en agosto y un 38% entre enero y agosto», indican desde Dynamics. Por su parte, BMW es la siguiente marca en poder conseguir alcanzar sus objetivos. Así, la compañía alemana espera cerrar 2020 con unas emisiones de 102,9 gramos por kilómetro, De cerrar así el año, el consorcio solo tendría que pagar una multa «mínima» a final de 2020.
En tercera posición se encuentra Toyota. Tan solo se encuentra a 2,2 gramos de alcanzar su objetivo. Por otro lado, en Hyundai-Kia también están cerca de sus objetivos gracias a que sus ventas de coches eléctricos representan el 8% de sus matriculaciones totales. Habrá que esperar a final de año para ver cómo cierran las firmas automovilísticas el total de emisiones medias de sus coches vendidos.