«Me he pedido vacaciones para principios de junio y todavía no sé si podré hacerlas. No puedo comprarme el billete de avión y tampoco puedo reservar hotel, a diez días de irme». Este es el testimonio de Núria, una enfermera del Hospital Universitari Joan XXIII de Tarragona, quien asegura estar viviendo la situación «con mucha ansiedad».
Son muchos los trabajadores y sindicatos que denuncian una falta de planificación en algunas unidades del centro hospitalario. Ya no solo por las vacaciones. También critican tener que pedir los días personales con más de un mes y medio de antelación y se quejan de la mala organización en general. «Hay días que somos cinco o seis en planta y, al día siguiente, solo dos. No tiene ningún sentido», dice otra enfermera.
Según los profesionales, la mala planificación afecta sobre todo a celadores, enfermeras y auxiliares de enfermería –más conocidas como TCAI–. Explican que la situación empeoró hace dos meses, cuando el hospital despidió al personal de planificación de la casa. «Las echaron de malas maneras, sin aviso previo», explica una enfermera.
Los profesionales explican que la mala organización es un mal endémico que viene dado por la falta de personal en general. «Lo que pasa es que el equipo de planificación que había hasta hace dos meses había conseguido una especie de ambiente de confianza, que facilitaba las cosas», explican las enfermeras.
Desde que despidieron al equipo, la cosa ha ido de mal en peor. «Estamos a día 20 de mayo y mucha gente del hospital no sabe cuándo podrá hacer vacaciones. Esto es un desastre», explica Oriol Aguilera, delegado sindical de CATAC-CTS.
Los trabajadores tienen pactado con la empresa que el período para pedir vacaciones se abre en febrero. Sin embargo, este año ha sido en abril. A finales de mayo, la empresa todavía no ha contestado. «La gente deberá pagar el triple para poder irse o, directamente, ya no podrá marcharse», añade Aguilera.
Otra de las quejas de los trabajadores tiene que ver con los días personales. El hospital les obliga a pedirlos entre el día 1 y 10 del mes anterior. Es decir, si un empleado quiere un día personal el 20 de junio, deberá solicitarlo del 1 al 10 de mayo. «Como si yo supiera cuando se me va a romper la lavadora o cuando fallecerá mi tío», explica una auxiliar de enfermería, muy enfadada. Hay empresas que el día personal se puede pedir hasta dos horas antes de ir a trabajar.
La falta de planificación también acaba afectando a los pacientes. «Los puestos no se están cubriendo bien. Hay plantas en las que sobran profesionales, y otras en las que faltan», explica Aguilera.
La respuesta del hospital
Por su parte, desde el Hospital Universitari Joan XXIII asegura que se está llevando a cabo una revisión de los procesos y los circuitos internos, con el objetivo de mejorar la organización y la gestión del área de planificación.
El proceso, explican, se enmarca dentro de un cambio de modelo orientado a una planificación «más eficiente y adaptada a las necesidades asistenciales actuales». Es por eso que se despidió el equipo encargado de esta función. «La reestructuración ha implicado algunos ajustes y una transición que ha podido generar, puntualmente, retrasos en la comunicación de los períodos de vacaciones», reconocen desde el hospital.
La dirección asegura que se trata de una situación temporal, «que se prevé resolver con la máxima celeridad».
