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El bar restaurante Amistad ha sido el último negocio de la avenida Cardenal Vidal i Barraquer en sufrir un robo. A lo largo de todo el día de ayer no pudo abrir por los desperfectos ocasionados. Según explicaban desde el local, unos desconocidos entraron de madrugada forzando la persiana y, después, rompiendo la puerta. En total, se llevaron 800 euros de la caja que no se había entregado durante la tarde por culpa de la fuerte tromba de agua que cayó en la ciudad. Por todo ello, sus dueños, que ayer denunciaron los hechos, sospechan que los ladrones sabían lo que hacían. Y es que, más allá del dinero de la caja, no tocaron nada más.
El caso ocurrido en el bar restaurante Amistad no es único en las inmediaciones de la plaza Europa, en el barrio de La Pastoreta. De hecho, propietarios y trabajadores de distintos negocios de la zona aseguraban ayer al Diari estar hartos de los continuos robos y pedían más seguridad.
«La sensación es de inseguridad e impotencia porque entrar a robar en algún sitio todas las semanas», manifestaba Mariano Bosbici, de la cafetería Dulce Capricho, que también subrayaba que hace años la situación era distinta. Su opinión la comparten tanto los dueños del bar restaurante Amistad como los responsables de otros negocios. «Actúan con total impunidad. Entran y roban lo que quieren. Los locales estamos atemorizados», contaba la empleada de unos de los negocios situado en la misma avenida.
La situación actual, además, consideran que da muy mala imagen al barrio y que se está traduciendo en la marcha de los negocios del barrio. Desde la cafetería Dulce Capricho señalaban que en la misma avenida Cardenal Vidal i Barraquer han cerrado distintos negocios en los últimos tiempos. También explicaban que está en contacto con la asociación de vecinos para trabajar una línea de actuación conjunta que ayuda a buscar soluciones.
Plaza Europa, foco de problemas
Vecinos y dueños de los negocios señalan que la plaza Europa se ha convertido en uno de los puntos más problemáticos del barrio, sobre todo por las noches, cuando, se reúnen grupos de personas y se dedican a ensuciar el parque o a trapichear. También comentaban que se han producido pequeños hurtos a vecinos aprovechando la poca iluminación existente y que, en más de una ocasión, han llegado a increpar a alguno de ellos. Por todo lo expuesto, los comerciantes piden una solución urgente teniendo en cuenta que «hace 25 años que no se lleva a cabo ninguna actuación en la plaza ni en el parque, que cada vez está más degradado».
Detenido por desobediencia
Por otra parte, la Guàrdia Urbana detuvo ayer a un conductor de 32 años por un delito de desobediencia y usurpación de identidad. Al parecer, el conductor del vehículo, un Renault Laguna, estaba aparcado sobre la acera de la avenida President Tarradelles. Fue entonces cuando una patrulla observó la infracción y, tras comprobar la matrícula, se percataron que el coche circulaba sin el seguro obligatorio.
Por este motivo, los agentes se dirigieron al conductor y le solicitaron la documentación.
El hombre, sentado en al volante, se hizo el sordo y luego se negó a colaborar. Incluso arrancó el vehículo con intención de marcharse, aunque los agentes lo impidieron. Además, intentó engañarles dando un nombre falso. La pareja del detenido también irrumpió en la escena insultando a los agentes, por lo que también fue acusada de un delito de desobediencia.
