Aprender a salvar vidas

Quince personas participan en un curso de reanimación cardiopulmonar

19 mayo 2017 19:27 | Actualizado a 21 mayo 2017 17:14
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Una quincena de personas, todas ellas participantes del programa de ejercicio físico Pas a Pas asistió ayer por la mañana a la primera sesión de Curso de Reanimación Cardiopulmonar que tuvo lugar en el Centre Cívic Llevant, para saber cómo actuar cuando se está frente a una persona con una parada cardiorrespiratoria.

La primera parte de la clase se centró en ofrecer todos los conocimientos teóricos para saber qué hacer, y no dejarse llevar por los nervios. Carmina Poblet y Marisa Forés, médico de familia y enfermera, respectivamente, del CAP Horts de Miró, fueron las encargas de impartir la formación. «Delante de este tipo de situaciones, que nos hacen sufrir, lo mejor es estar preparado», afirmó Carmina, para añadir que «la realización de la reanimación cardiopulmonar es vital. Si durante los 2 primeros minutos realizamos las compresiones torácicas el porcentaje de supervivencia es del 60%».

Cifras aparte, lo importante es seguir lo que se llama ‘cadena de supervivencia’. Empezando por reconocer la parada cardiorrespiratoria cuando la persona afectada está inconsciente y no respira. El siguiente paso es realizar la maniobra mentón-frente, para despejar las vías aéreas. «En caso de comprobar que no responde ni respira con normalidad hay que llamar inmediatamente al 112», especifica la instructora. En el tiempo que llegan los servicios de emergencia la ‘cadena de supervivencia’ continua con el inicio de las compresiones torácicas. «Hay que colocar las manos en el centro del pecho y administrar 30 compresiones a un ritmo constante y seguido», resalta la médico de familia. El proceso continúa con la combinación de ventilaciones y más compresiones. En este punto, la instructora del curso mostró el funcionamiento de un Desfibrilador Externo Automático (DEA).

«En muchos espacios públicos o centros comerciales ya se pueden encontrar. En caso de tener uno a mano lo podéis utilizar, ya que lo único que tenéis que hacer es seguir las instrucciones que dicta la máquina», señala Carmina Poblet. En seguida una de las participantes comentó que «en casa no tenemos un desfibrilador». La respuesta a esta ‘preocupación’ fue que «ante una situación como una parada cardiorrespiratoria cualquier persona hace lo que puede, lo peor es no hacer nada».

En niños

El grupo también recibió instrucciones de cómo actuar cuando es un niño el que pierde la consciencia y no respira. La ‘cadena de supervivencia’ empieza por abrir las vías aéreas, para después realizar cinco respiraciones de apoyo. «Si sigue sin reaccionar procederemos con 15 compresiones torácicas, para continuar con otras dos respiraciones de apoyo y otras 15 compresiones», detalló la médico de familia del CAP Horts de Miró, quien señaló que «después hay que llamar al 112». Tras estas primeras instrucciones, la clase continuó con la formación relacionada con el protocolo de actuación en caso de obstrucción leve y grave. «En ningún caso hay que intentar extraer el objeto que obstruye las vías aéreas, ya que podemos provocar una obstrucción mayor», alertó la instructora. Con toda la información y formación recibida, los participantes pasaron a la acción. «Imaginemos que Salvador se desmaya, pero respira. Es importante saber colocar el cuerpo en la posición lateral de seguridad. Empezando por colocarse a un costado de la persona, extender el brazo más cercano hacia un lado por encima de la cabeza y doblando el codo en ángulo recto. Después flexionaremos la pierna más alejada y por último girararemos todo el cuerpo de la persona», explicó Carmina Poblet.

En cualquier caso, y como quedó demostrado ayer, lo importante es practicar, practicar y practicar.

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