Comer para perder grasa abdominal

Reus. Buscan voluntarios para comprobar el efecto reductor de un alimento enriquecido en probióticos

17 abril 2018 08:09 | Actualizado a 17 abril 2018 08:21
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El centro tecnológico Eurecat (miembro de Tecnio) busca voluntarios interesados en participar en un estudio que se lleva a cabo en Reus, con el propósito de comprobar los efectos en la reducción de la grasa abdominal visceral de un alimento funcional enriquecido en probióticos. «El objetivo del estudio no es que los participantes pierdan peso, que si lo consiguen será perfecto para ellos, sino que buscamos comprobar los efectos en la reducción de la grasa abdominal visceral de un alimento funcional enriquecido en probióticos», explica la doctora Rosa Solà, jefa de estudios con intervención en humanos de Eurecat, del Hospital Universitari Sant Joan y de la Universitat Rovira i Virgili. El estudio de intervención nutricional, denominado SURINORM, cuenta con la participación de equipos investigadores de Eurecat, de la Facultat de Medicina i Ciències de la Salut de la Universitat Rovira i Virgili, del Hospital Universitari Sant Joan y del Centro Médico Alomar, de Reus. 

Voluntarios. Se ha habilitado el correo electrónico estudis@ctns.cat y el teléfono 636 944 723 para las personas que quieran participar

La investigadora recuerda que tener «más grasa alrededor de las vísceras facilita que las personas sean diabéticas, aumentan los lípidos, se eleva la presión, etc., es decir, estas personas pueden desarrollar toda una serie de problemas de salud que están asociados a tener la grasa localizada alrededor de las vísceras del abdomen». En este sentido, Rosa Solà destaca que encontrar «un producto natural y eficiente para eliminar la grasa abdominal tiene un especial interés, dada la alta demanda de personas que necesitan reducir su circunferencia de cintura», y recuerda la importancia de «seguir un estilo de vida saludable, pero si además si se puede demostrar que existe un alimento funcional enriquecido que tiene un efecto saludable mucho mejor». 

102. Los hombres voluntarios, mayores de 18 años, que  quieran participar en la investigación deben tener una circunferencia de cintura mayor de 102 centímetros.

88. En el caso de las mujeres que estén interesadas en participar en el estudio que impulsa Eurecat deberán tener una circunferencia de cintura mayor de 88 centímetros.

Cabe destacar, que otros estudios ya han demostrado que cierto tipo de probióticos concretos pueden reducir la grasa abdominal. «En un estudio anterior ya hemos comprobado que una tipología de probióticos concreta puede reducir la grasa abdominal», detalla la investigadora.
En conjunto, para la realización de la investigación se necesitan 102 voluntarios mayores de 18 años, que tengan una circunferencia de cintura mayor de 102 centímetros en el caso de los hombres o de 88 centímetros para las mujeres. Este es el principal criterio de inclusión, aunque también se tendrá en cuenta que los voluntarios no tomen excesiva medicación. «Todavía nos faltan medio centenar de voluntarios y por esta razón queremos conseguir la inclusión para poder dar por concluido el estudio», explica Rosa Solà.

La investigadora, Rosa Solà, estima que después de este tiempo, y si se comprueban los efectos de reducción de la grasa abdominal visceral, «los voluntarios del grupo de intervención deberían perder una talla del cinturón». 

Los voluntarios que quieran participar deberán tomar 50 gramos al día del alimento funcional durante tres meses. La presentación de este elemento funcional será en forma de barrita de un producto derivado del pescado. «Entre los voluntarios habrá un grupo de control mientras que el grupo de intervención ingerirá barritas con una composición concentrada», detalla la investigadora del estudio.
Asimismo, tendrán que acudir a las instalaciones de Eurecat en Reus, en el número 1 de la Avenida de la Universitat, al principio del estudio y en el plazo de una, seis y doce semanas, para ser visitados por el equipo médico, a fin de hacer el seguimiento y de medir el porcentaje de grasa abdominal visceral al comienzo y al final, mediante una resonancia magnética cerrada. La investigadora estima que después de este tiempo, y si se comprueban los efectos de reducción de la grasa abdominal visceral, «los voluntarios del grupo de intervención deberían perder una talla del cinturón». 

En este tiempo, el equipo de investigación también vigilará que los participantes sigan unas pautas de vida saludables. «Es muy extraño que la gente que participa en este tipo de estudios no haga ningún tipo de ejercicio. Los participantes ya son voluntarios motivados por la salud», concluye Rosa Solà.

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