Drones diseñados en Reus inspeccionan el fondo marino

El dispositivo puede bajar 150 metros. Las pruebas se han realizado en L’Ametlla de Mar

08 diciembre 2017 19:02 | Actualizado a 08 diciembre 2017 21:13
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Drones con ADN reusense se han adentrado en el fondo marino tarraconense. Se han sumergido para ponerse a prueba. Para detectar sus puntos fuertes y débiles. Pueden alcanzar hasta 150 metros bajo el nivel del mar. Trece atmósferas, según dicen los expertos. Es uno de los primeros pasos de la empresa Drone Robotic Technology (DRT), que ha empezado a operar hace apenas unas semanas tras varios meses pendiente de un trámite administrativo: el número de operador de la Agencia Estatal de Seguridad Aérea (Aesa). Ahora ya puede operar a nivel aéreo, terrestre y también naval, según explica uno de sus responsables, Oscar Villar.

El dron submarino –concretamente un Remote Operated Underwater Vehicle (ROuV)– se ha desarrollado desde Reus. Y las pruebas se han hecho en el puerto de L’Ametlla de Mar. «Lleva un ordenador integrado que abre la puerta a muchas utilidades. Se pueden hacer, por ejemplo, prospecciones de tuberías que tienen pérdidas. Es una forma de evitar riesgos humanos y permite operar cuatro horas ininterrumpidas. Eso con el nivel básico de batería», afirma Villar. La idea es que se pueda realizar, en este tipo de casos, una primera prospección, para que cuando baje el profesional ya pueda actuar directamente porque sabe lo que se va a encontrar en el fondo marino. «Se trata de optimizar tiempo, recursos y riesgos porque evitas la descompresión», insiste Villar. El equipo tiene un ordenador integrado y se puede dejar en aguas intermedias, además de hacer controles estacionarios. Incluso cuenta con gafas de realidad aumentada.

«Queríamos comprobar cómo funcionaba. Hacer la prueba. Lo más difícil es ponerte en medio de dos barcos porque hay cuerdas que cruzan, residuos... Y la idea también era ver si se desprendía mucho polvo del fondo. En general estamos contentos de cómo ha ido y es un primer paso importante para el sector», añade el responsable de la empresa, convencido de que se trata de algo pionero en Catalunya.
Drone Robotic Technology ha fabricado parcialmente el equipo. Sobre todo, se ha centrado en la parte electrónica –lleva un ordenador que procesa muchas informaciones, y varios sensores, entre ellos el de profundidad–.

Un sector emergente

La empresa busca dar servicio a un sector emergente. «Muchas compañías nos solicitan servicios como este», señala Villar. El ámbito audiovisual, el topográfico, o el de la ingeniería son algunos de ellos.

DRT busca abrir la puerta a la fabricación de este tipo de aeronaves no tripuladas y nace desde un clúster de empresas vinculadas al Aeroclub de Reus. Y, aunque ha costado su tiempo, va tomando forma. «Es algo pionero porque, a nivel de Catalunya, no conozco a nadie de este sector que haga este tipo de trabajos», añaden desde la empresa.

El mundo de los drones está de moda. Atrae a profesionales y a aficionados. Pero hace falta  licencia. El Aeroclub ofrece cursos para que los interesados puedan obtener el título. Y los cuerpos policiales se van adentrando en esta realidad. De hecho, en los últimos meses ha habido un goteo de sesiones para los agentes.

 

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