El Priorat debe esperar a 2024 para optar a Patrimonio de la Humanidad

La comarca quería volver a aspirar en 2022 o 2023, pero el Estado presentará otras candidaturas a la Unesco

28 mayo 2021 18:10 | Actualizado a 29 mayo 2021 06:06
Se lee en minutos
Participa:
Para guardar el artículo tienes que navegar logueado/a. Puedes iniciar sesión en este enlace.
Comparte en:

El Priorat sigue en la carrera para ser declarado Patrimonio de la Humanidad en la categoría de paisajes culturales, pero no podrá optar a este reconocimiento hasta, al menos, 2024. La comarca quería volver a aspirar en 2022 o 2023, pero el Estado, que es el encargado de evaluar los proyectos y someterlos al veredicto de la Unesco, ya tiene otros candidatos nacionales para esos años. No obstante, continúa inscrita en la Lista Indicativa del Ministerio de Cultura, un inventario de bienes susceptibles de ser declarados Patrimonio de la Humanidad en el futuro.

Los impulsores de la candidatura Priorat-Montsant-Siurana han mantenido reuniones en las últimas semanas para corregir los «puntos débiles» de la propuesta que tuvieron que retirar en 2019. «Durante los próximos meses deberemos rehacer algunos aspectos para salvar los obstáculos de la primera oportunidad y que el Ministerio considere la candidatura apta para ser presentada nuevamente», explica Pilar Just, presidenta de Prioritat, asociación que encabeza esta iniciativa junto con el Consell Comarcal del Priorat y la Diputació de Tarragona.

Su principal escollo es el plan de gestión que debe acabar de desarrollar e implementar, un requisito indispensable para que el organismo internacional avale la propuesta. «Es la hoja de ruta para proteger el paisaje agrícola de la comarca y, para ello, hay que disponer de un ente de gestión de acción coordinado entre los agentes implicados», señala Just.

La Unesco no se conforma con una propuesta, sino que exige que el plan esté en marcha y sea solvente. «A nivel local estamos trabajando para que sea así. En la comarca tenemos clarísimo cómo debe ser y en qué tiempos hay que trabajar», afirma Just, que confía en convencer «a la Diputació y especialmente a la Generalitat de Catalunya de que se necesitan más recursos» para implantar esta nueva manera de gestionar el territorio.

Fuentes de la Diputació aseguran que «nos sumamos a aquellos proyectos que sirven para impulsar las comarcas y los municipios de la demarcación. Si la Generalitat y la comarcan ven la oportunidad de volverse a presentar, daremos apoyo».

El presidente del Consell Comarcal del Priorat, Xavier Gràcia, sostiene, por su parte, que «siempre hemos creído en esta candidatura y, por tanto, nunca hemos renunciado. No tiramos la toalla y el objetivo es que el proyecto pueda ponerse sobre la mesa de los evaluadores lo más pronto posible. Para hacer, lógicamente, necesitamos el apoyo institucional de la Generalitat, y por eso desde la comarca ya se ha previsto mantener, tan pronto como sea posible, reuniones de trabajo con los nuevos gestores del Departament de Cultura».

Parte de su táctica pasa por un plan energético comarcal que preserve el modelo de desarrollo territorial basado en la producción agrícola de pequeña escala y de policultivo de calidad y en una oferta turística sostenible. «En un escenario de emergencia climática como el actual, debemos generar estrategias locales efectivas que ayuden a alcanzar los objetivos sobre energía renovables que marca la Unión Europea para 2030», dice Just. Para ello, plantea un modelo energético descentralizado y una apuesta por el ahorro y la eficiencia «con una producción cerca de los puntos de consumo, donde los ciudadanos tengan un papel central como productores y no solo como consumidores».

La categoría de paisajes culturales a la que opta el Priorat reconoce, a escala mundial, los espacios que ilustran de forma excepcional la interacción entre el hombre y la naturaleza a lo largo de la historia. «En el caso de nuestra comarca, el objetivo es conseguir el reconocimiento internacional de la valía de un modelo agrícola que sabe armonizar una tradición agrícola viva con la innovación y proyección de futuro», apunta Just.

«Un gran salto»

Ser Patrimonio de la Humanidad, añade, «avalaría la trayectoria de un territorio que ha sabido plantearse cómo quiere ser y que lo ha hecho fiel al pasado mientras encara el futuro. Supondría un gran salto y un empuje para una comarca que sabe que este reconocimiento es merecido».

¿A la segunda irá la vencida? En 2019, Priorat-Montsant-Siurana se retiró antes de someterse al examen final debido a un informe negativo de Icomos, el organismo consultivo de la Unesco que evalúa a los aspirantes. «Fue una decisión acertada que tomó el Ministerio de Educación, Cultura y Deportes, consensuada con el Departament de Cultura, que nos alienta para trabajar por un mejor sistema de gestión que preserve el paisaje cultural agrario de nuestra comarca», concluye Just.

Comentarios
Multimedia Diari