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La compañía Teatre Estable del Baix Camp (TEBAC) presentó ayer en rueda de prensa su montaje más reciente: la obra teatral Esprin Breiquer (Spring Breaker), texto original de Saúl Enríquez, y cuya dirección y adaptación al catalán han ido a cargo del director Jordi Vall Gendre. Vall, de hecho, también formó parte de la compañía TEBAC. El estreno de la producción se llevará a cabo hoy sábado a las 21 horas en el Teatre Bartrina de Reus y mañana domingo a las 18 horas, en el mismo lugar.
Los intérpretes Eduard Mejías, David Pin y Robert Rodríguez escenificarán una relato, en clave de comedia, sobre la soledad desde el punto de vista de los hombres. «Es una historia en la que tres amigos se reencuentran en un momento vital determinado, cuando llegan a los 40, y quieren realizar aquello que no hicieron cuando eran más jóvenes. En este caso, los tres quieren cumplir el sueño adolescente de vivir una aventura en el Spring Break Ibiza, un punto de encuentro en el que el sexo fácil y el alcohol están garantizados», destacó el dramaturgo Jordi Vall. Aunque, originalmente los sucesos transcurren en Cuba, el director teatral ha querido aproximar el relato a Ibiza.
Las expectativas de los tres amigos, por desgracia, se verán frustradas y esos 15 años separados pondrán a prueba la amistad del pasado. «Y es que ya no son aquellos muchachos de antaño. Cada uno tiene su vida y sus problemas», añadió Vall.
«Ofrece una visión agridulce, aunque divertida, de esa imagen patética que dan algunos hombres a los 40. Además, a nivel interpretativo hay conversaciones seccionadas y cambios de temática, con lo que ha supuesto un reto participar», aportó el actor Robert Rodríguez, por su parte.
El espectáculo durará 75 minutos y las entradas se pueden comprar hoy y mañana en taquilla y a través de la web del teatro (teatrebartrina.cat). El texto elegido responde a la filosofía de TEBAC «en esforzarse por encontrar algo diferente y original, de línea profesional», según destacó también el concejal de Cultura i Política Lingüística, Daniel Recasens.
Una de las peculiaridades de la obra es su sencillez y sobriedad escénica. «A pesar de que se trata de un texto complejo a nivel logístico, es decir, hay saltos temporales y hasta 18 ubicaciones, hemos querido alejarnos de lo recargado. Tres sillas y una buena iluminación, a cargo de Ricard Roig, nos han valido para explicar la historia», acotó Vall. Otro elemento clave, destacado por Vall, es la música, a cargo de Franz Bom-thanley. Es un elemento concebido especialmente para la pieza teatral que «unifica escenas, nunca perderemos el hilo».
Una obra coral
A pesar de la complejidad se lo han pasado en grande, tanto los actores como el dramaturgo. «A pesar de que cada personaje tiene una historia, la obra es bastante coral. A pesar del paso de los años se ve la estima que han cosechado los tres amigos en el pasado, aunque el presente ya es otro cantar», señaló el actor David Pin.
El montaje Esprin Breiquer (Spring Breaker) está teñido, como es natural, de «toques de drama», describe Pin, puesto que «el momento de inflexión de la obra despierta muchas cosas en los personajes, especialmente tristes», resuelve el intérprete.
