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El curso que arranca el próximo lunes 12 de septiembre podría hacerlo con las ayudas al comedor escolar en el aire. Esto es así, explicaban ayer desde el Ayuntamiento, por el retraso de la Generalitat de Catalunya a la hora de entregar la información necesaria para que se puedan resolver las peticiones de las familias antes de iniciarse el curso.
La demora, que afecta por igual a todos los centros de Catalunya, ha obligado a la concejalía de Benestar Social a anticiparse a los hechos. Por este motivo, sus responsables se han puesto en contacto con los centros educativos públicos de la ciudad para trasladarles la información del departamento y convocar con los respectivos servicios de comedor una reunión para definir cual sería el sistema de gestión del servicio si no se empieza con las solicitudes resueltas.
«Con esta reunión, el consistorio quiere evitar posibles molestias y desinformación tanto en las familias solicitantes de las becas como entre las entidades prestadores del servicio», exponían ayer desde la concejalía.
El año pasado se beneficiaron de estas ayudas 2.144 familias de la ciudad, un número ligeramente superior al del curso 2014-2015, y contó con un presupuesto total entre Ayuntamiento y Generalitat de 1,65 millones de euros. Según expuso el consistorio al finalizar el ejercicio, la convocatoria para este año preveía un presupuesto de 1,70 millones de euros ampliable con un máximo de 500.000 euros.
Desde la concejalía de Benestar Social también apuntaban que según les ha comunicado la Generalitat, «la información fiscal necesaria para poder determinar las solicitudes que cumplan con los requisitos de renta para el acceso a las ayudas para el comedor escolar no está disponible hasta la primera semana de septiembre» (habitualmente estaban listas la primera semana de agosto).
Cinco años de polémica
El caso de la capital del Baix Camp es distinto al resto de municipios catalanes porque este curso será el primero sin la aplicación del requerimiento sobre los dos años consecutivos de empadronamiento para poder optar a las ayudas.
Un requisito que generó una gran polémica ciudadana y política en su día – incluso se pronunció en su contra el Síndic de Greuges de Catalunya– y que el actual equipo de gobierno retiró después de negociar la aprobación de los presupuesto para este ejercicio con la CUP.
Más allá de este importante aspecto, las bases para conseguir las ayudas al comedor escolar también se han modificado en cuanto al baremo económico, a la complementación municipal, a la conciliación familiar, compactación y responsabilidad del beneficiario.
