¿El final de la crisis de la basura?

Valoriza-Romero. A un paso de gestionar el servicio. Los precedentes y el enfado de los trabajadores auguran nuevas polémicas

23 noviembre 2020 11:06 | Actualizado a 23 noviembre 2020 11:10
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Las filtraciones han sido una de las grandes protagonistas estos últimos días a nivel informativo. Y todo por la publicación del plan de desescalada que empieza este lunes en Catalunya. Su contenido se dio a conocer antes de que fuera aprobado agudizando, todavía más, la crisis que atraviesa el Govern de la Generalitat. No profundizaré en la antigua y necesaria práctica de las filtraciones y exclusivas de los medios sino en señalar que, en Reus, también las hemos tenido la semana pasada.

Fue el lunes y estuvieron relacionadas con la nueva contrata del servicio de la recogida de la basura. Después de la reunión de la mesa de contratación del Ayuntamiento, los medios empezamos a publicar, tras consultar las pertinentes fuentes, que la empresa elegida era la UTE formada por Valoriza Medioambiente-Romero Polo. Así lo confirmaban también desde el consistorio, recordando que el proceso todavía no estará cerrado hasta que la compañía no entregue la documentación requerida. 

Un formalismo que, salvo sorpresas de última hora, cumplirá sin problemas y supondrá el final de la relación del consistorio con Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), adjudicataria del servicio desde 1967.

Otra cuestión es que ocurrirá si esta empresa, que también optaba a la adjudicación, impugna el concurso. Y no sería la primera vez. El año pasado ya lo hizo cuando presentó un recurso especial ante el Tribunal Català de Contractes del Sector Públic que paralizó la primera licitación y derivó en esta nueva convocatoria que ahora se ha resuelto.

La relación entre FCC y Reus con el servicio de recogida de la basura se remonta a 1967

Llegados a este punto, todo parece señalar que este escenario se cumplirá y el proceso todavía sumará nuevas polémicas. En primer lugar, porque la puntuación obtenida por las empresas presentadas en el concurso ha resultado muy ajustada. 

Y después, porque el proceso de adjudicación de la contrata de la basura (que supone el contrato con más cuantía que firma el Ayuntamiento) parece abocado históricamente a la polémica. Ya ocurrió hace más de 10 años con el entonces gobierno tripartito y se repite ahora, camino de superar ya los cuatro años de prórroga si no se cierra todo en breve.  

Los trabajadores, enojados

Y aquí entran en escena los trabajadores. La plantilla hace meses que viene denunciando la precaria situación que atraviesa con distintas medidas de presión, que han subido de tono estos últimos días y que aseguran que mantendrán. El comité de empresa ya ha expresado que se siente «engañado» por el consistorio ante la adjudicación a Valoriza-Romero por considerar que su oferta económica no es viable y que pone en peligro tanto el servicio como las condiciones laborales de los trabajadores. 

También denuncian la «opacidad» con la que el gobierno municipal ha gestionado el proceso y reclaman un peritaje externo para evaluar las ofertas y puntuaciones del concurso público. Todo ello, además, sin olvidar que los comités de empresa de Reus y Tarragona también están negociando el convenio laboral que siempre les ha unido bajo un mismo paraguas y que quieren cerrar cuanto antes. 

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