El nuevo centro cultural de la Plaça del Castell de Reus abrirá después de verano

La reforma del Castell del Cambrer, con un presupuesto de 175.000 euros, está prácticamente finalizada

04 julio 2018 19:10 | Actualizado a 11 julio 2018 09:28
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Las obras de adecuación y reforma del Castell del Cambrer, ubicado en la Plaça del Castell, están prácticamente finalizadas. La previsión del Ayuntamiento es abrir el equipamiento cultural de nuevo al público justo después del verano. El Centre Cultural El Cambrer, así se llamará el espacio, es uno de los principales proyectos del actual mandato. El alcalde de la ciudad, Carles Pellicer, siempre ha defendido «la necesidad de revitalizar el rico patrimonio del Castell y su simbología, ya que se trata del  edificio más antiguo de la ciudad». De hecho, junto con la Prioral de Sant Pere, es el último vestigio del Reus medieval, aunque el edificio actual nada tiene que ver con la dimensión que llegó a tener hasta el siglo XIV. 

El nuevo centro cultural estará dirigido por el Institut Municipal Reus Cultura, el organismo resultante de la fusión del antiguo Institut Municipal d’Acció Cultural y el Institut Municipal de Museus de Reus. En él se podrán celebrar recepciones, exposiciones, presentaciones de libros y hasta pequeños conciertos. Según Pellicer, «la recuperación del Castell del Cambrer ha sido un proyecto ilusionante». Asegura que «no se trata de un equipamiento para el Ayuntamiento, sino de un nuevo espacio municipal para todas las entidades de la ciudad». 

Un espacio con difícil encaje

Desde 1986 y hasta el año 2010, el Castell del Cambrer albergó el Arxiu Municipal. De hecho, aún ahora, en la planta superior, se encuentra el archivo de los notarios de la ciudad. El traslado del archivo a las nuevas dependencias del Carrer d’Antoni Maria Claret dejó sin uso continuado el Castell del Cambrer. Allí sólo se hacía actividad durante el festival REC o el Trapezi, cuando se abrían las oficinas de dichos festivales. También hubo el intento de que se convirtiese en la sede de Carrutxa o el lugar donde se guardan los elementos festivos de la Festa Major durante el hinvierno. 

Así pues, desde 2010, el edificio ha estado prácticamente vacío. Pellicer asegura que «un espacio sin uso se degrada más rápidamente», por lo que hace años que decidieron emprender la reforma del edificio y darle un nuevo uso. Unas obras que se anunciaron el verano de 2017 y que empezaron una vez validadas por el Departament de Cultura, ya que el espacio está catalogado como Bé Cultural d’Interés Nacional
La reforma habrá costado poco menos de 175.000 euros y aunque el calendario inicial marcaba como fecha de apertura el pasado mes de abril, finalmente será después del verano que se inaugurará oficialmente.

Durante las próximas semanas se pondrá punto y final a las obras y solamente faltará el acondicionamiento definitivo del espacio y el mobiliario. 

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