El radar de la Guardia Urbana de Reus 'cazó' a 3.493 coches el año pasado

En 2014 se incrementó la presión sobre los vehículos en las vías de acceso y se dobló el número de infractores

19 mayo 2017 22:22 | Actualizado a 22 mayo 2017 14:36
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La intensificación de las medidas preventivas por parte de la Guardia Urbana de Reus para evitar al máximo el número de accidentes de tráfico en la ciudad, empieza a dar sus frutos. Entre estas medidas, el radar móvil de la policía local tiene un gran protagonismo desde hace un tiempo, aunque en los últimos años ha incrementado el número de vehículos controlados.

Este aumento de controles se ha visto reflejado en un incremento de vehículos ‘cazados’ a una velocidad superior a la permitida. Así, el año pasado el número de infractores se dobló, pasando de los 1.604 de 2013 a los 3.493 de 2014. En porcentaje estaríamos hablando de un incremento de un punto, del 2,96 al 3,96%. En 2014, la Guardia Urbana de Reus controló un total de 96.038 coches, 3.493 de los cuales circulaban por encima de la velocidad autorizada. En números absolutos, al subir el volumen de vehículos controlados, aumenta también el número de infractores. Este incremento, al menos así lo ven desde el Ayuntamiento de Reus, está igualmente justificado por la necesidad de implantar medidas de seguridad viaria más efectivas.

Otro dato curioso que se produce desde que el radar móvil de la Guardia Urbana entró en funcionamiento es el origen de los infractores. En este sentido, los que son de fuera de la capital del Baix Camp multiplican por tres a los que son de la ciudad, que conocen mejor el terreno y dónde puede colocarse el radar o, simplemente, son más cautos. Así, de los 3.493 vehículos sancionados el año pasado, 2.655 eran de fuera de Reus y 838 de la ciudad.

El radar de la Guardia Urbana va moviéndose aleatoriamente por diferentes vías de la ciudad, aunque acostumbra a hacerlo con más asiduidad en aquellas avenidas donde, a pesar de no poder superarse la velocidad de 50 kilómetros por hora, algunos conductores pisan el acelerador más de la cuenta. Por ejemplo, las entradas y salidas de la ciudad (avenidas de Salou, Bellisens, Montblanc, Tarragona, Riudoms, o la carretera de Alcolea) son algunos de los puntos más conflictivos en este sentido. Se trata de vías urbanas donde, aunque la velocidad está limitada a 50 km/h y existen medidas disuasorias como rotondas o bandas rugosas, algunos conductores corren más de la cuenta. Un ejemplo lo encontramos en la avenida de Salou, donde la Guardia Urbana abrió el año pasado diligencias contra un conductor por circular a una velocidad penalmente punible. La denuncia se tramita por vía penal cuando, en vía urbana, se sobrepasa la velocidad establecidad en 60 km/h. En este caso, el coche circulaba a 115 kilómetros por hora, cuando no debía pasar de los 50 km/h.

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