El sector de la avellana prevé una caída del 50% de la producción

El sector de la avellana prevé una caída de alrededor del 50% de la producción este 2020. En una cosecha «normal» recogen entre 10.000 y 11.000 toneladas de avellanas pero este año calculan que la cifra girará en torno a las 5.000 y 6.000 toneladas.

El responsable de la fruta seca de la Unió de Pagesos (UP), Rafael Español, explica que esta bajada de producción se debe a las lluvias de invierno y a las que hubo durante la primavera cuando los árboles florecen.

«Si los precios de la avellana van a la alza no sería un año malo», asegura Español. En septiembre la Llotja de Reus hará públicas las cotizaciones de la avellana coincidiendo con el inicio de la cosecha. Según los primeros rumores, abriría con los mismos precios que cerró en julio, es decir, con una cotización de 1,95 euros el quilo. Desde Unió de Pagesos esperan que se revalorice ya que en otros mercados competidores como Italia o Turquía los precios se han movido al alza y están sobre los 2,20 euros el quilo. En este sentido, tienen la esperanza de que si no hay una recesión por la Covid-19 los precios mejoren. El sindicato recuerda que en 2019 los precios no acompañaron y en todas partes estaban más altos.

Pero por el contrario, estas lluvias han ayudado a recuperar los árboles que se vieron dañados por las fuertes vendavales del 2018, «la peor cosecha» que recuerdan, señala Español. Y en este sentido, si el tiempo acompaña, auguran que en 2021 habrá una buena cosecha.

Promoción de la avellana

Este mes de julio el Departament d’Agricultura, Ramaderia, Pesca i Alimentació (DARP) ha puesto en marcha la Oficina Tècnica de l’Avellana. Su principal objetivo es trabajar por la avellana para promocionar el producto y abrirlo a nuevos mercados.

La oficina está formada por un equipo multidisciplinar que dirige el Departament d’Innovació Turística d’Eurecat con la participación de la Unitat de Nutrició i Salut, desde las sedes de Vila-seca y Reus del centro tecnológico en el territorio del Camp de Tarragona.

Un año con menos aceite

Para el sector de la aceituna tampoco será un gran año. Calculan que en comparación a un año «normal» este 2020 tendrán una caída del 30% o 40% de la producción.

Las zonas más afectadas serán Siurana y les Garrigues, según Jordi Pascual, responsable nacional del aceite de Unió de Pagesos. «El año pasado tuvieron una producción muy buena y por esto este año también es inferior».

Según Pascual, otra de las causas de esta bajada también se debería a las lluvias de la primavera que afectaron durante la época de la floración.

En el caso del Baix Ebre o el Montsià, Unió de Pagesos cree que la caída no será tan importante porque venían de unos años de mucha sequía e incluso podrían haber mejorado su producción.

Pascual señala que la Covid-19 ha afectado bastante al sector. En el caso de la aceituna los primeros meses del año son los más fuertes a nivel de ventas y notaron un descenso durante el estado de alarma. Los agricultores explican que la venta de aceite en las tiendas especializadas y gourmet está siendo prácticamente nula por la falta de turistas. Por el contrario, algunos productores han mejorado las ventas online. «Durante el estado de alarma se habló mucho del consumo de productos de proximidad pero en general hay poca memoria y la gente después ni se acuerda», lamenta Pascual.

La semana pasada Unió de Pagesos pidió a los Mossos más vigilancia para prevenir robos en época de cosecha en el Camp de Tarragona.

El sindicato hizo esta demanda en el marco de una reunión en la sede del edificio 112 de Tarragona, con representantes de los Mossos y los Agents Rurals. Unió de Pagesos fue representada por el coordinador territorial del Camp de Tarragona, Pere Guinovart, y por los responsables comarcales del sindicato.

Para esta organización es necesario intensificar el patrullaje y la vigilancia en los meses en que se inicia la vendimia, se empiezan a plegar la avellana, almendra y comienza la cosecha de algarroba. Unió de Pagesos también pidió a los Mossos aumenten el control en las zonas hortícolas para evitar que el producto robado se ponga en circulación.