El tejido vecinal de Reus se coordina para ofrecer apoyo social e informativo

La FAVR actúa de conexión con el Ayuntamiento y transmite a todos los barrios las nuevas medidas ante la crisis

29 marzo 2020 09:10 | Actualizado a 01 abril 2020 14:50
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Las asociaciones de vecinos han ganado más protagonismo que nunca estas últimas semanas, ante la crisis del nuevo coronavirus. La obligatoriedad de que la ciudadanía esté confinada en casa ha convertido los balcones en las nuevas terrazas, y las asociaciones están jugando un papel central. «El objetivo principal de la agrupación es velar por todos los vecinos», remarca la presidenta de la asociación vecinal del barrio Gaudí, María del Mar Escoda. Una premisa que se extiende entre todas las agrupaciones de vecinos de Reus. Escoda explica que se trabaja para que la gente adopte «un buen comportamiento y respeten el confinamiento». Pero no sólo eso, sino que también se desarrolla una importante tarea entre, sobre todo, la gente mayor que vive sola. «A pesar de que estamos todos en casa, estamos los unos por los otros e intentamos estar en contacto», se añade desde el barrio Gaudí.

Así también se está actuando desde otros puntos de la ciudad, como es el caso del barrio Juroca. Su presidente, Manolo Villalba, recuerda que «nos conocemos todos. Cualquier cosa que necesite un vecino, podemos coordinarnos y pedir ayuda, así como prestarla nosotros mismos, claro».

En Mas Iglesias y Sant Josep Obrer, incluso se ha creado un grupo de WhatsApp con 104 familias con el objetivo de coordinar las compras de los mayores: «Tenemos que coger el coche, no solo por la distancia, sino porque compramos grandes cantidades», explica el presidente de la Associació de Veïns I de Maig, Eduardo Navas, quien recuerda que un 20% de la gente que vive en el barrio son mayores que viven solos o que tienen dificultades de movimiento. «La cuarentena está sirviendo para que los vecinos del barrio se respeten más», añade.

Canales de comunicación

En el actual estado de alarma, los vecinos han buscado distintas fórmulas para poder mantenerse en contacto. Las redes sociales son las que han cobrado un mayor protagonismo, aunque las vías tradicionales siguen utilizándose. Josep Machado, presidente de la Associació de Veïns Harmonia del Carme, va unas horas al día al despacho de la sede de la asociación, en la calle Sant Benet, desde donde aprovecha para preparar tributos y avanzar con la programación de las fiestas del barrio. María del Mar Escoda, del Gaudí, también avanza algunos asuntos, como la próxima revista digital del barrio.

Machado también detalla que llama a algunos vecinos para preguntar cómo están, «una labor que también se está realizando desde el Ayuntamiento», remarca. Además, atiende llamadas de vecinos que tienen dudas sobre la situación. Así también lo constata Puri Flores, presidenta de la Pastoreta. Según explica, una de las cuestiones que más dudas generó es si el certificado de autorresponsabilidad era obligatorio para salir a la calle. Y la respuesta es no, aunque sí que es recomendable. «Lo que sí es imprescindible es guardarse el tique de la compra para justificar los desplazamientos», recuerda Puri.

Otros, como en el barrio Niloga, los balcones guardan un valor especial. «Aquí nos conocemos todos y ahora nos comunicamos por los balcones. El Niloga es un barrio muy familiar y esto hace que no nos sintamos tan solos», detalla el presidente vecinal, Josep Ramon Ferré. Explica que la gente echa mucho de menos la vida de barrio, de los encuentros en los bares o en las tiendas de la zona. Ahora, el encuentro es a las ocho de la tarde en los balcones, cuando muchos salen a aplaudir al personal sanitario.

La imagen se repite en toda la ciudad y, en el barrio Mas Iglesias y Sant Josep Obrer, el homenaje termina cada noche con banda sonora al ritmo de Resistiré, del Dúo Dinámico, a todo volumen. De esto se encarga el propio presidente de la asociación vecinal, Eduardo Navas, quien señala que la canción ya se ha convertido en el himno contra el Covid-19. «La gente se ilusiona mucho y sale con linternas y las luces de los móviles. Es un chute de fuerza», dice. Puri Flores, presidenta de la AV La Pastoreta, añade: «Es muy emocionante. Te da fuerza para salir adelante y cada día hay más gente que sale en los balcones».

La FAVR, el punto de unión

Más allá del sentimiento de unión, desde las asociaciones de vecinos también se trabaja por la difusión de información. Son el altavoz de las medidas que se toman desde el Ayuntamiento de Reus, y también desde otros organismos. La coordinación es esencial, papel que está desarrollando la Federació d’Associacions de Veïns (FAVR) de Reus. Marcos Massó, al frente, recibe a diario las decisiones tomadas en el consistorio y las transmite a cada una de las asociaciones vecinales de la ciudad. «Hay una comunicación muy fluida con el Ayuntamiento. Cualquier medida tomada, nos la comunican de inmediato y yo, como presidente, me encargo de que todos los barrios les llegue la información. La federación hace de conexión entre Ayuntamiento de Reus y vecinos», explica el presidente de la FAVR, Marcos Massó. Más allá de las comunicaciones oficiales vía email con el consistorio, Massó también detalla que el alcalde Carles Pellicé le llama a diario, un gesto que agradece.

Una vez la FAVR ha notificado a todas las asociaciones sobre las nuevas decisiones tomadas a nivel institucional, el trabajo es, entonces, de cada una de las asociaciones para que todos los vecinos estén al día. Una tarea que se realiza, sobre todo, vía redes sociales. «Hacemos difusión de medidas preventivas y también de actividades para poder realizar mientras estamos confinados», señala María del Mar Escoda, presidenta de la asociación de vecinos del barrio Gaudí.

Ante la difícil situación, todos recuerdan la necesidad de actuar con responsabilidad. «La gente cada vez está más concienciada», aseguran.

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