Escuelas del Baix Camp y el Priorat ‘cultivan’ el respeto al medio ambiente

Una cuarentena de centros están acreditados como Escola Verda, por su compromiso con la sostenibilidad y el desarrollo de acciones que acercan la naturaleza y el reciclaje a los alumnos

04 marzo 2018 16:43 | Actualizado a 04 marzo 2018 16:49
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Una cuarentena de centros educativos del Baix Camp y el Priorat promueven la sensibilización por el medio ambiente. El distintivo Escola Verda, que otorga la Generalitat de Catalunya, es la acreditación que revalida este compromiso. 

La Escola Misericòrdia consiguió el reconocimiento el año pasado, aunque la comunidad educativa fomenta la sostenibilidad ambiental desde hace años. «Un ejemplo es el huerto que tenemos en la escuela, donde cultivamos todo tipo de verduras y hortalizas. Además, trabajamos con un grupo de profesionales de Mas Carandell y que nos visita para impartir diferentes talleres», detalla Araceli Camps, maestra de la escuela.

Además de obtener frutos del huerto, el proyecto da para mucho más. Contribuye, en palabras de la profesora, «a trabajar transversalmente áreas como las matemáticas, ciencias sociales, la creación artística… sin olvidar que es una fuente de motivación para todos los alumnos, desde P3 hasta sexto de Primaria». Recuerda que «el huerto ha sido construido con las manos de todos los alumnos y con mucha ilusión».  

El Institut Priorat también ha renovado la acreditación de Escola Verda. En 2008 el centro consiguió el distintivo, después de dos cursos comprometidos con la iniciativa. Desde entonces, «se educa y actúa en criterios de sostenibilidad». «Estamos situados en un entorno natural y es muy importante preservar el paisaje y concienciar a los alumnos», destaca Magda Blasco, directora del instituto. 

Políticas de ahorro de agua, plantadas de árboles en el entorno del centro y el uso pedagógico del huerto del instituto son algunas de las acciones que se han realizado. Otras surgen nuevas cada año, como el impulso de un compostador por parte de los alumnos de primer y segundo curso de la ESO. 

«Con la ayuda de los padres y también del Consell Comarcal hemos puesto en marcha esta iniciativa este curso», detalla la directora y añade que «el compost que obtengamos lo utilizaremos en el huerto y también para arreglar el jardín y volver a cultivar plantas aromáticas». En relación a esta iniciativa, desde el INS Priorat destacan la participación en los Premios Fundación Endesa Ecoinnovación Educativa.

Comité Ambiental

Este año, la escuela La Salle Reus se ha propuesto conseguir el distintivo de Escola Verda. «Queremos obtener esta certificación para inculcar los valores de educación para la sostenibilidad», explica Pilar Solé, maestra de Educación Infantil.

Para encauzar todas las ideas, el centro educativo ha puesto en marcha distintas acciones. En primer lugar han creado, como el resto de escuelas que tienen la acreditación, un Comité Ambiental. «Está formado por un delegado de cada clase, desde primero de Primaria hasta primero de Bachillerato, profesores, un miembro del AMPA y también un representante del Personal de Administración y Servicios», explica Pilar Solé. Hay mucho trabajo por hacer. «En la reunión del comité, los alumnos exponen las ideas que les han transmitido sus compañeros de clase y las comparten con el resto de miembros. De este modo, evaluamos qué se puede mejorar y qué otras acciones podemos impulsar». 

El centro también ha creado lo que ha bautizado como ‘Escamot Verd’, y que en breve pasará a la acción. Según detalla la maestra de Infantil, «está formado por alumnos de la Educación Secundaria Obligatoria en el marco del proyecto de Aprenentatge i Servei. Su función será visitar las aulas de infantil y primaria, sin previo aviso y tal vez vestidos con algún distintivo, para ‘vigilar’ si se cumplen con los objetivos que promueve la Escola Verda». Su misión también será motivar a los estudiantes a que se impliquen en las acciones. En La Salle Reus están dispuestos a eliminar el papel de aluminio y, con la colaboración del AMPA, animarán a las familias a utilizar fiambreras y boc’n’rolls, además de incentivar la recogida selectiva de papel, pilas y tapones de plástico. 

Reciclaje y ahorro energético 

En la hoja de ruta para promover la sostenibilidad ambiental, las escuelas también incluyen fomentar la separación de residuos y evitar el derroche energético. «En la escuela tenemos grifos temporizados, es decir, que se apagan solos. Y también recalcamos, a maestros y alumnos, la importancia de cerrar las luces siempre que no estén en clase y de mantener las puertas cerradas para evitar que entre el frío», recuerda Araceli Camps

Cuestión de todos

Para el Col·legi Sant Rafael de la Selva del Camp ser Escola Verda es «una filosofía de centro». «La escuela está en un entorno natural, lo que nos permite poder impulsar proyectos de sostenibilidad como el cultivo de verduras y hortalizas; disponer de un gallinero que se abastece con la comida que sobra de la cocina del comedor escolar; tener una plantación de plantas aromáticas; o hacer excursiones», enumera Rosa Roig, maestra de Educación Infantil. Desde el centro educativo también se fomenta la movilidad sostenible. «Animamos a las familias a venir a la escuela en bicicleta, incluso hemos habilitado una zona para poder aparcar», aseguran desde el colegio.

Los centros educativos resaltan que ser Escola Verda supone «concienciar desde pequeños a los alumnos en la sostenibilidad ambiental y normalizar cuestiones tan básicas como el reciclaje o el ahorro energético». «No es tan importante el número de acciones que hagamos, sino cumplir correctamente con los objetivos», concluye Pilar Solé, maestra de La Salle Reus.

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