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Mossos d'Esquadra detuvo este jueves día 3 a un hombre vecino de Reus acusado de romper una condena judicial al estar cerca de su expareja y no respetar la orden de alejamiento impuesta.
La detención en la calle Sardana alrededor de las 20.30 horas se suma a la que efectuó la Guàrdia Urbana 48 horas antes, en la noche del martes 1, en la plaza de La Pastoreta.
La actuación policial no pasaría a mayores si no se investigara un posible delito de malos tratos que denunció la víctima el pasado 1 de junio, cuando alertó de la presencia de su ex a menos distancia de la que establece la orden judicial de alejamiento.
Según la víctima, su ex se personó en su vivienda el sábado día 29 de mayo a media tarde y cuando alguien alertó de ello al 112, Mossos d'Esquadra envió a una patrulla y acudió a la vivienda para verificar si dentro estaba el ex incumpliendo la orden.
Al parecer, la patrulla llamó a la puerta del piso y al no obtener respuesta y no oir ruidos, se marchó, aunque dejó en la hoja de novedades de la Policía Autonómica el servicio. Según parece, el hombre cogió por el cuello a la mujer y le tapó la boca para evitar que fuera descubierto en la casa cuando Mossos iba a comprobar el posible incumplimiento de la condena. La presión en el cuello dejó marca en la piel de la víctima y era visible días después.
El martes día 1 cuando la Guàrdia Urbana habló con la mujer tras denunciar a su ex que estaba a menor distancia de la que dictó el juez, ella les explicó el episodio del sábado y les enseño las marcas en el cuello que podrían dar credibilidad a su versión. Por ello, la Guàrdia Urbana procedió a su detención y añadio a la vulneración de la orden judicial la presunta agresión.
Sin embargo, tras quedar en libertad con cargos el día 2, la escena de incumplimiento de la orden se podría haber vulnerado de nuevo y en esta ocasión fueron Mossos los que detuvieron al hombre en la calle de la Sardana este jueves.
