La ‘estafadora’ de Els Pallaresos engaña a una vecina de Reus

Lorena, la vecina de Els Pallaresos detenida el pasado mes de mayo acusada de estafa, vuelve a la carga. Esta vez ha actuado en Reus y la víctima se llama Beatriz.

Lorena sigue utilizando el mismo modus operandi de siempre. Pero parece ser que nadie ni nada se resiste a sus engaños. En este caso, la víctima ha perdido los 2.000 euros que entregó a Lorena como paga y señal por el alquiler de una casa adosada en la calle Sant Ferran de Reus. Una casa que ni siquiera era de ella. 

La historia de Beatriz empieza el pasado 1 de octubre, cuando encuentra una casa por Internet que se ajustaba a lo que buscaba la familia –Beatriz vive con su pareja y sus tres hijos–.

Se pusieron en contacto con la supuesta propietaria y Beatriz fue a visitar el inmueble al día siguiente. «La casa estaba vacía, pero en el garaje había motos antiguas. Me dijo que su marido hacía colección. Me pidió 400 euros de paga y señal y quedamos para el día siguiente para firmar el contrato», relata Beatriz, quien añade que «le pregunté por qué se iban de la casa y me dijo que se estaban haciendo otra en Tarragona y que, mientras tanto, se irían a vivir en un piso. Justamente por esto necesitaba el dinero rápidamente».

Al día siguiente, ambas mujeres se encontraron en la peluquería en la que trabaja Lorena, situada en el centro de Reus. «Le entregué 1.300 euros y me pidió que le dejara una semana para poder sacar las motos del garaje. Decía que estaba esperando que le entregasen las llaves de un local para dejar cosas y que nosotros podríamos empezar a hacer la mudanza a partir del 8 de octubre», recuerda Beatriz, quien empezó a hacer cajas y paquetes.

Pasados unos días, Lorena envió un WhatsApp a Beatriz, diciéndole que el local le había fallado y que, por lo tanto, necesitaría unos días más para sacar las motos del garaje. «También me pidió 300 euros más porque el nuevo local era más caro. Yo, desesperada, acepté y le di el dinero», explica Beatriz, quien añade que «ahora, pasados unos días, me doy cuenta de que hice mal. Pero en ese momento, Lorena me inspiraba confianza y no podía ni imaginar lo que ocurriría». 

La presunta estafadora no le dio a la víctima ningún recibo de todos los pagos efectuados. Beatriz y su familia quedaron con Lorena el día 10 de octubre por la mañana.

Pero a última hora, ésta anuló la cita. Lo mismo ocurrió el día siguiente, con la excusa de que la puerta del local donde tenía que dejar las motos no se abría. «Llegados a este punto, mi marido y yo ya empezamos a sospechar de que algo no va bien», asegura Beatriz, quien decidió buscar el nombre de la supuesta estafadora por Internet.

Fue entonces cuando el mundo se le cayó encima. Lorena había sido detenida en el mes de mayo acusada por estafa y algunos medios de comunicación se hicieron eco. «Hicimos ver que no sabíamos nada, le dijimos que ya no queríamos la casa y le pedimos que nos devolviera el dinero. Ella asumió la culpa por las complicaciones que nos había puesto y nos prometió que nos lo devolvería», decía.

Aparece una tercera persona

De repente, Beatriz y su marido recibieron el mensaje de una tercera persona. Un tal Víctor. «Me dijo que Lorena es su clienta y se comprometió a devolvernos el dinero, pero que era necesario que firmemos un documento para rescindir el contrato», explica Beatriz. Pero nunca ha llegado ese día.

Así que el pasado 15 de octubre, Beatriz decidió denunciar a Lorena por estafa. «La policía me dice que se encuentra en búsqueda y captura y yo les explico que la pueden encontrar en la peluquería de Reus», relata Beatriz. El día 26 por la mañana, Lorena es detenida otra vez por la policía y, finalmente, la dejaron en libertad. Beatriz se siente engañada y busca a otras personas que hayan sido estafadas por Lorena.

Cabe recordar que el pasado mes de mayo, la Policía Nacional detuvo a la mujer en Els Pallaresos, tras ser reconocida por numerosas víctimas como la persona que les estafó, después de aparecer en un programa de televisión. En el magazine denunciaba el acoso por parte de vecinos, que le hacían la vida imposible, aseguraba. Lorena pasó, en tan solo unos segundos, de ser víctima a ser verdugo. Ahora, los afectados piden justicia.