La llegada del CMQ aumenta la clientela en bares y comercios de la calle Sant Joan de Reus

Esta dinamización, sin embargo, no se ha notado en el Mercat Central, donde las ventas no han variado

11 mayo 2021 19:30 | Actualizado a 12 mayo 2021 05:24
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Hace una década, la calle Sant Joan de Reus se quedó sin uno de sus principales focos de actividad. El equipo del Hospital Sant Joan se trasladaba a sus las nuevas dependencias, dejando el centro para ir a un edificio mucho más grande situado en la zona del Tecnoparc. Durante la mudanza, se llevó con él un polo de atracción de clientes para los comercios, bares y restaurantes de la zona, que notaron el cambio con una bajada destacada en sus ganancias.

Diez años después, el histórico edificio del antiguo hospital ha recuperado su actividad con la llegada de varias dependencias del Centre Mèdic Quirúrgic (CMQ) Reus, que se trasladaron a estas instalaciones el pasado mes de enero. Un traslado especialmente esperado entre los comerciantes de la zona que veían, en su llegada, una esperanza de recuperación tras años grises en que los negocios desaparecían de la zona y después de atravesar un momento tan difícil como la pandemia de la Covid.

Carmen abrió su negocio de moda, Alaila, en la calle Sant Joan hace apenas cuatro meses: «Decidí instalarme aquí cuando supe que el CMQ se iba a trasladar al antiguo hospital» señala la comerciante. Ella asegura que varios de sus clientes la descubren a raíz de una visita al centro médico y se muestra muy satisfecha con la vida que, poco a poco, va recuperando la calle. «Vienen clientes que antes o después tienen consulta o mientras esperan a que su acompañante sea atendido», detalla.

Aunque el efecto llamada del CMQ no haya hecho recuperar la potencia comercial de la zona respecto a cuándo el edificio albergaba los servicios del Hospital Sant Joan, sí que ha dado un respiro a los bares y restaurantes de alrededor de la instalación sanitaria.

No tan solo en la calle de Sant Joan se ve beneficiada de ello, sino también en la avenida President Companys, la calle Josep Sardà i Caila, o en la calle Sant Llorenç, que da entrada a la facultad de Medicina, donde los sitios de restauración y sobre todo los bares notan mucho más movimiento que antes de que llegara el CMQ.

Jacinto es un vecino de la plaza de la Patacada que da fe de esta dinamización: «se acerca mucho más gente a tomar cafés y comer, y seguramente ahora con el fin del Estado de Alarma lo notaremos mucho más», explica el vecino satisfecho por volver a ver las calles llenas de movimiento.

Joan, el actual jefe de la Casa Vergés, centenario comercio que se trasladó desde la calle Sant Joan hasta la vecina calle Josep Sardà i Cailà, explica que cuando el Hospital Sant Joan se fue de sus antiguas dependencias el comercio salió muy perjudicado. Por eso, ahora celebra que se haya apostado por el mismo edificio como centro del CMQ: «es muy positivo que se haya aprovechado la dependencia, al final es una llamada a la gente y te puedes dar a conocer. Por su parte, este comerciante explica que a pesar del cambio de ubicación de su local sigue teniendo la clientela de siempre.

El Mercat, a la espera

En el Mercat Central, sin embargo, no acaban de notar el ‘efecto CMQ’. Montse es paradista de una carnicería Tremosa y hace un balance menos positivo. «No hemos notado ningún cambio con la puesta en marcha del centro médico, no ha habido nadie que nos haya dicho que aprovechara el viaje para comprar aquí». Sin embargo, sí que celebran la dinamización que ha supuesto para el entorno más inmediato del CMQ.

Esta visión es la generalizada entre unos paradistas a los que la pandemia ha golpeado con fuerza. En este sentido, el presidente de los paradistas del Mercat Central, Ildelfons Vidal, señala que hay que tener en cuenta los distintos factores que han ocurrido a la vez y que determina frecuencia de clientela que hoy en día tiene el mercado: «por un lado los cambios de hábitos sociales de la población, por el otro la pandemia, además de las reformas en las paradas y el Mercat y también el CMQ». Con todo Vidal considera que el Mercat ha notado una «pequeña mejora» pero no se atreve a atribuirlo a un único factor.

Por todo ello, el Mercat se valora mucho la apuesta que se está haciendo por la zona, tanto las obras de mejoras del propio equipamiento, la apuesta por el comercio online como la apuesta por revitalizar la calle Sant Joan.

El Ayuntamiento de Reus es el primero que quiere potenciar las instalaciones del Mercat Central. En ese aspecto, impulsó la construcción de una zona de gastronomía en las instalaciones y ha propuesto a los paradistas que el Mercat cierre más tarde los mediodías, y para compensar, por las mañanas abra más tarde. Y les ha planteado abrir alguna tarde más haciendo horario continuo, sin cerrar al mediodía. Pero de momento, aún no hay nada decidido. Después de Semana Santa está previsto que haya una nueva reunión del Consell Assesor dels Mercats Municipals de Reus, formado por 28 miembros del Ayuntamiento y algunos paradistas, para tratar de nuevo la ampliación horaria.

Parkings municipales

La reestructuración de los parkings municipales que debía realizarse con el traslado del CMQ aún no se ha materializado. Los usuarios que estacionan su vehículo en los parkings municipales de Les Oques y Sant Ferran con la tarjeta de la segunda corona todavía lo podrán seguir haciendo. Estaba previsto que con la puesta en marcha del CMQ en el antiguo Hospital ambos aparcamientos subterráneos cambiaran de corona y dejaran de ser de segunda para sumarse a los de la primera corona (Llibertat, La Fira y Baluard).

La modificación debia afectar a aquellos que dispongan de la tarjeta multiparking de 12 horas al día.

El precio para los parkings de la segunda corona de este abono es de 53 euros al mes (583 euros anuales), mientras que la misma tarjeta de 12 horas al día para la primera corona es de 76 euros al mes (836 al año).

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