La producción de la patata de Prades cae a la mitad por falta de agricultores

En dos décadas se ha pasado de una treintena a una docena de payeses dedicados al cultivo de la variedad Kennebec

16 septiembre 2019 07:10 | Actualizado a 23 septiembre 2019 11:36
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La patata de Prades se planta en mayo y su cosecha empieza justamente ahora, a mediados de septiembre, un ciclo largo que es el que marca la diferencia. Es de la variedad Kennebec (de piel fina ligeramente moteada), tiene más almidón y consistencia. Cuando se hierbe, no se deshace. ¿Y el gusto en boca? «Es más mantecosa y con un ligero regusto a castaña», explica el presidente de la Indicació Geogràfica Protegida (IGP) Patata de Prades, Eugeni Coll. 

Este producto es todo un icono «que nos ayuda a difundir el nombre de Prades en el mundo», señala la alcaldesa del municipio, Lidia Bargas. Su gran calidad, marcada por las bajas temperaturas de las Muntanyes de Prades que hace que su ciclo se alargue, es apreciada por los consumidores, asegura Coll. No obstante, la producción ha bajado en los últimos años, y no es por inclemencias meteorológicas, «sino porque cada vez hay menos productores», señala preocupado Eugeni Coll. A modo de ejemplo, el presidente de IGP Patata de Prades explica que en el año 2000 había una treintena de productores, «ahora, no llega a la docena». Según explica, el problema es la falta de relevo generacional. «Es difícil que la gente joven se quede. Los payeses cada vez tenemos más dificultades para vivir de la tierra, y esto no da seguridad a los jóvenes», puntualiza.

Mientras que en 2016 se superaban los 100.000 kilos, para esta temporada la previsión es que se produzcan entre 50 y 60.000 kilos «de muy buena calidad», en una cosecha que justo se inició la semana pasada.

La Festa de la Patata

Precisamente, y con el objetivo de marcar el inicio de la temporada, ayer Prades celebró la Festa de la Patata, que ya suma 29 ediciones. «Tenemos 1.500 kilos para vender y, de momento, ya llevamos 400», explicaban a media mañana los responsables de la parada que la Cooperativa había habilitado en la plaza Mayor. A la vez, señalaban que la mayoría de visitantes se esperan al mediodía «para no arrastrar el peso durante toda la mañana». Mientras tanto, tres vecinas de Reus se llevaban un saco cada una. «Es la primera vez que venimos y no podíamos irnos sin comprar patatas», exclamaban. La cosecha ha empezado tan recientemente «que hemos tenido que preparar todos los sacos de forma manual», decían desde la Cooperativa Agrícola de Prades, la encargada de comercializar esta patata.

La actividad de la fiesta se centró en la plaza Major, con desayuno a primera hora, exposición de productos de proximidad y artesanía y el tradicional concurso de tortillas, guisados y otras recetas con la patata como protagonista. Aun así, a media mañana, más de un centenar de personas se trasladó hasta el Centre Cívic, donde Carme Ruscalleda ofreció una conferencia. La aclamada cocinera repasó sus 30 años de trayectoria y dio ideas de cómo usar la patata en la cocina. «Es un producto polivalente, con más de 1.000 fórmulas», dijo, animando a los asistentes a usar más este producto que forma parte de la base de la pirámide nutricional.

Producción 100% Prades

La zona que abarca la Indicació Geogràfica Patata de Prades son los municipios de La Febró, Capafonts, Arbolí y Prades, todos ellos del Baix Camp. «No obstante, la producción actual es 100% de Prades», señala Eugeni Coll. En las otras poblaciones se cultivan también patatas, pero el presidente de la IGP indica que son producciones de consumo propio.

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