Las estatuas de Reus se disfrazan en honor a los sanitarios

Debido a la Covid-19, la mayoría de las festividades de Carnaval se han tenido que adaptar a las restricciones sanitarias

13 febrero 2021 09:50 | Actualizado a 16 febrero 2021 09:26
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A estas alturas, un año atrás, de lo único que hablaría la gente es de las conmemoraciones carnavalescas, de qué se disfrazarían o de sus planes en general para el fin de semana. Sin embargo, este febrero las festividades serán totalmente distintas a lo que se haya visto en muchos años. Pese a ello, existe un elemento festivo en la ciudad de Reus que se ha mantenido y que recuerda a sus ciudadanos la ocasión que se celebraría.

Esos elementos son nada más y nada menos que las estatuas. Sí, así es, las estatuas. Y es que en la mañana de ayer, con el amanecer de un nuevo día, muchas de ellas habían cambiado su tradicional traje de piedra gris por un atuendo más colorido, que ha hecho que más de uno suelte una sonrisa debajo de la mascarilla.

Mientras unas han optado por un toque divertido, como en el caso de la estatua de la Plaça de les Oques, que conmemoraba los 40 años de la colla ‘Fil i Agulla’ con un cartel y elementos distintivos como hilos, agujas, dedales, etc. Otras se han decidido por un disfraz en toda regla como la estatua de la Plaça de Joan Rebull que ha elegido disfrazarse de pulpo. El conocido ‘Condesito’ ha elegido algo más tradicional y muy de casa vistiéndose con el típico traje de pastoret, muy presente en la cultura catalana. Y en la Plaça de Catalunya la estatua de Bartrina se limitaba a llevar una mascarilla y un cartel recordando la cancelación de la fiesta.

Sin embargo, las que más han destacado en este fin de semana de Carnaval tan peculiar, son las estatuas vestidas en homenaje a los sanitarios, como la estatua del General Prim que llevaba el arsenal propio de los médicos, el coronavirus en una mano y en lugar de espada una gran jeringuilla con la vacuna. En la Plaça de Lluís Domènech i Montaner aparecía una estatua vestida de enfermera que se resulta la más realista de todas. También la Pastoreta ha decidido homenajearlos llevando un EPI.

Lamentablemente, no hemos podido dejar de fijarnos en que estaba colocado con montones de cinta adhesiva, recordando la terrible situación que vivieron los sanitarios al principio de la pandemia.

Aunque la tradición de disfrazar a las estatuas no es algo nuevo en la ciudad, este año ha tenido un significado distinto. Las calles tenían cierto aire de nostalgia y eran muchos los que se detenían a observar los monumentos. Sobre todo los más pequeños que, dispuestos a celebrar en el colegio un Carnestoltes algo diferente y vestidos para la ocasión, se asombraban al descubrir que del día a la noche alguien había cambiado el atuendo de las estatuas.

Las redes sociales se han llenado de usuarios que lamentaban la cancelación de una fiesta tan esperada. La falta de confeti, carrozas y música parece haber afectado en general a la población reusense que espera que el próximo año la situación permita la celebración del tan esperado Carnaval.

Además, estas últimas semanas se han llevado a cabo actividades vía online como concursos y talleres destinados al público infantil. En este sentido, Pere Turellols, presidente de la Federació Reusenca d’Associacions de Carnaval (FRAC) explica que: «este año es lo único que podemos hacer, la situación es la que es y nos tenemos que adaptar». Por otro lado, ha comentado que cada año es habitual que las ‘colles’ vistan a las estatuas con los disfraces de cada carroza y que siempre lo hacen adaptándose a la situación del momento. «Ellos tienen total libertad en el tema de las estatuas, por lo tanto, no era de extrañar que con todo lo que está pasando optaran por ponerles la ropa que llevan los sanitarios».

Aun así, recuerda que se trata de un guiño satírico y que en ningún momento se pretende desprestigiar al colectivo, sino homenajear su duro trabajo. Después de Tots Sants, la Navidad y los Reyes Magos, el Carnaval ha sido el último en sumarse a la lista de las festividades que han tenido que adaptarse a las condiciones de la pandemia. Aun siendo un comienzo de año no muy favorable para muchos, este pequeño detalle en las estatuas de Reus ha sido la forma ideal de decir: «volveremos».

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