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El gobierno municipal de Reus sigue sin concretarse cuando sólo restan unas horas para la celebración del pleno de constitución del nuevo Ayuntamiento. Un escenario que seguirá en el aire unas horas más después de que la asamblea de militantes de ERC haya aprobado dejar en manos de Barcelona la decisión final que adoptará el partido en la capital del Baix Camp.
La líder de los republicanos en Reus, Noemí Llauradó, ha manifestado que será el resultado del pacto nacional que ultiman las cúpulas de JxCAT y ERC el que decidirá si se decantan por pactar con Carles Pellicer o exploran otras posibilidades. De hecho, la primera opción por parte de los republicanos reusenses sigue siendo «un gobierno totalmente independentista» con JxReus y la CUP. Una suma que no perciben como una entelequia, a pesar de las distancias que separan los neoconvergentes y de los cupaires.
«Nosotros los hemos sentado en una misma mesa y hemos ido avanzando. Incluso hemos hablado de áreas y de programa. Y es cierto que todos tres nos veíamos gobernando la ciudad, aunque teníamos unas condiciones distintas», ha declarado Llauradó. Sobre todo, en aquellas que hacen referencia al rechazo por parte de la CUP a investir a Pellicer como alcalde y los deseos de los republicanos a quedarse con la alcaldía de la ciudad.
Nosotros los hemos sentado (JxReus y la CUP) en una misma mesa y hemos ido avanzando. Incluso hemos habaldo de áreas y de programaAl respecto de esta decisión, Llauradó también dejó la resolución final en manos de Barcelona. «Es una de las cuestiones que tendríamos que plantear y que están pendientes del ámbito nacional». Un anuncio que sorprende cuando la líder de ERC siempre ha antepuesto ser alcaldesa a muchas otras demandas. Aún así, parece más que improbable que el líder de JxReus, Carles Pellicer, ceda la alcaldía de la ciudad en cualquier escenario tras resultar el ganador de las elecciones. De hecho, así lo ha expuesto públicamente y en las negociaciones mantenidas.
La suma de las izquierdas
La asamblea de los republicanos, que contó con la asistencia de una cuarentena de militantes, también dio su beneplácito a pactar con el PSC y la CUP si así lo decidía el equipo negociador que forman los que integrarán el nuevo grupo municipal. Lo que, en palabras de Llauradó, sería «un gobierno de mayoria republicana e independentista y con la alcaldía de ERC». No obstante, desde las filas republicanas siempre se refirieron a la suma de izquierdas como la segunda opción, dejando claro que es una posibilidad que, en los últimos días, se ha ido resfriando por los acontecimientos sucedidos.
En todas las ecuaciones que ayer expusieron desde ERC tras finalizar la asamblea no estaba Ara Reus. Los republicanos rechazan el partido municipalista porque no permite la formación de un gobierno republicano e independentista. No hay que olvidar que durante este mandato, ERC y Ara Reus han formado parte del mismo equipo de gobierno y que la reedición del pacto supondría, ahora, la mayoría absoluta del plenario.
Durante la tarde de ayer, la militancia de ERC no fue la única que se reunió en asamblea para debatir alrededor del estado de los pactos para gobernar la ciudad. Tanto JxReus, como la CUP, el PSC y Ara Reus celebraron sus respectivas asambleas sin querer desvelar su contenido a la expectativa de lo que anunciaran los republicanos. No se descarta que a lo largo del día de hoy salgan públicamente a mostrar sus posiciones en rueda de prensa.
¿Fin a la anhelada alcaldía?
A falta sólo de pocas horas para la formación del nuevo consistorio todo apunta a que Carles Pellicer repetirá como alcalde de la ciudad como fuerza más votara en los pasados comicios. De momento, tiene garantizado un gobierno de nueve concejales después de que Ara Reus dijera que votaría a favor de su investidura.
La dirección que tomará finalmente ERC, el actor que ha tenido en vilo este escenario de pactos desde el principio, se conocerá en las próximas horas. Y tal y como anunciaron ayer serán las directrices de Barcelona las que decantarán su posición final y que ocurre, finalmente, con su anhelada alcaldía desde el día siguiente a las votaciones.
