Los Gaudí Gresol reconocen la trayectoria ‘excelente’ de diez personalidades

Notoriedad y excelencia es lo que se pudo respirar ayer en los premios Gaudí Gresol, celebrados en  firaReus. La gala, que sumaba ya trece ediciones, sirvió para distinguir a diez personalidades que han destacado por su trayectoria en ámbitos como la arquitectura, la música, la medicina, la literatura, el deporte, el periodismo, el medio ambiente, el teatro y la televisión. También fue una noche dedicada al agradecimiento. Paco Mir, integrante de Tricicle, definió la velada en una única palabra: ‘compartir’. «Parece que esta es la palabra. Nosotros empezamos compartiendo una barra de maquillaje y en estos 40 años hemos compartido fines de semana, euforia, hospitales, incendios... Pero premios, muy pocos», dijo Mir al lado de sus compañeros de viaje, Carles Sans y Joan Gràcia.

La parte central de la gala se desarrolló en el auditorio Gaudí del Tecnoparc firaReus, con la periodista Danae Boronat como conductora de un evento que congregó a centenares de personas. Aunque, eso sí, se echaron en falta algunas caras, como la del alcalde de Reus, Carles Pellicer. El concejal en funciones de Promoció Econòmica, Marc Arza, tomó el relevo. Tampoco pudo asistir uno de los premiados, Sergi Ferrer-Salat, presidente de Ferrer. En su lugar, la responsable del departamento de Sostenibilidad, Marta Anglada, recogió el galardón.

El primero en subir al escenario para recibir el premio fue Jordi Faulí, en el ámbito de la arquitectura. Un apasionado de su profesión que, desde 2012, es el arquitecto director y coordinador de las obras de la Sagrada Família. «Esto es un homenaje a Antoni Gaudí. Todo lo que tocaba, lo convertía en belleza», afirmó.

Quien dibujó muchas sonrisas entre el público fue el periodista Víctor Amela, aunque no fue premiado por ser periodista, sino en el ámbito literario. «Ahora, en las tarjetas ya podré poner ‘excelente y notorio’», bromeó. Pero Amela también tocó la fibra, y lo hizo hablando de su madre, que tiene principios de Alzheimer. «La máxima expresión de la inteligencia es la bondad, y si hablo de bondad, pienso en mi madre», afirmó. 
Oriol Tarragó, natural de Reus y diseñador de sonido en películas como REC, fue distinguido como reusense ilustre, mientras que la reivindicación de la noche se la llevó la periodista Samanta Villar, que denunció la precariedad laboral y, en especial, en su sector: «Así, no se puede hacer buen periodismo y, sin buen periodismo, la sociedad enferma».

La noche finalizó con una cena solidaria destinada a la Fundación Rosa Maria Vivar, que está construyendo un centro pionero especializado en el Alzheimer en Reus.