Los vecinos del barrio del Carme de Reus patrullarán de noche si persiste la inseguridad

Piden al Ayuntamiento de Reus que actúe ante los edificios abandonados y cumpla el ratio policial para que frenar la oleada de ocupaciones, robos y amenazas que hay en el barrio

13 noviembre 2019 17:40 | Actualizado a 19 noviembre 2019 09:25
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Casi cincuenta viviendas ocupadas, más de 115 casas vacías y más de veinticinco familias con sus viviendas afectadas por la expropiación del plan de obras. Todo esto, en tan solo las 47 calles que componen el barrio del Carme de Reus. Estas son las cifras que da la Associació de Veïns del Barri del Carme, datos que definen como «un cúmulo de despropósitos urbanísticos», en palabras de Josep Machado, su presidente.

Esta mañana, la junta de la asociación del Carme ha dicho basta basta. Si a principios de diciembre el Ayuntamiento de Reus no ha tomado medidas al respecto, ellos mismos empezarán a patrullar las calles del barrio equipados con mangos de madera. «O se mueven ellos o lo haremos nosotros. Si pasa alguna cosa, los responsables serán ellos por no hacer su trabajo», declaraba Machado, que con su junta mostraron el hastío que viven en el barrio por un cúmulo de situaciones que han hecho que los vecinos digan se planten «ante una sensación de inseguridad ciudadana diaria».

El incendio del pasado martes en el número 7 de la calle Alt del Carme, una casa okupa que calcinó la planta baja y dañó la estructura de un ruinoso edificio, fue la gota que colmó el vaso. «Era cuestión de tiempo que ocurriera algo así», aseguraban los vecinos cansados de denunciar la problemática «sin una respuesta gubernamental». Casas abandonadas y en ruinas, mafias, robos en las tiendas y amenazas.

El pasado mes de marzo, el alcalde de Reus, Carles Pellicer anunció la creación de una mesa de trabajo entre el ayuntamiento y la asociación de vecinos Harmonia del Carme. La proclama se realizó después de que la entidad de vecinal presentara una instancia al Ayuntamiento pidiendo la reactivación del plan de obras del barrio del Carme, aprobado el 2004 por la Generalitat con el objetivo de dinamizar el barrio en un plazo de 10 años. Sin embargo, los vecinos aseguran que aún no se han reunido.

Por su parte, fuentes municipales advierten que las patrullas ciudadanas «pueden causar un problema de seguridad más grande del que hay» y aseguran que el barrio tiene el mismo trato que otros con un índice similar de denuncias. Recuerdan, también, que la Guàrdia Urbana iniciará una política de proximidad con reuniones mensuales con las entidades vecinales.

Además, a estas horas, la vicealcaldesa Noemí Llauradó y la concejala Marina Berasategui se estarían reuniendo con la asociación de vecinos, a petición del Ayuntamiento, para conocer la problemática del barrio del Carme.

 

Robos y amenazas

Los negocios del Carme viven con resignación los hurtos continuos que sufren. En una misma semana, robaron pequeñas cantidades en dos tiendas de la calle del Vent. «Vivimos un poco en alerta siempre», asegura Flores, trabajadora de la tienda Comas. Ella y su compañera salieron corriendo detrás del ladrón, al que lograron atrapar gracias a la ayuda de vecinos del barrio. «Era el mismo que nos había robado ya una vez», recuerdan. En la Bodega de la calle del Sol los robos de bajo valor pero continuos. «Falta más vigilancia. Estoy harta de llamar a la Urbana y que no hagan nada. Solo pedimos que cumplan el ratio mínimo», opina Dolors, propietaria de la tienda. «Nos resignamos a irnos. Queremos ayudar al barrio».

Por otro lado, varios vecinos del Carme han sido amenazados por los ocupas. Un ejemplo es el caso de Maia Lucena y Judit González, que viven en los bloques 16 y 18 de la calle Alt del Carme. En el número 20 los tres pisos están ocupados. Tras recibir amenazas con arma blanca de los ocupas, que trataban de impedirles que entraran a sus casas, las vecinas denunciaron a los hechos Mossos d’Esquadra. El juicio que se tenia que celebrar a principios de octubre se aplazó.

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