Marià Gil: 'Antes que ser Capità Manaies, soy Armat'

Marià Gil ocupa el cargo de Capità Manaies dentro de la agrupación de Armats de la Sang de Reus y lo ha sido hasta en 17 ocasiones. De hecho, lleva formando parte de la cohorte romana desde los 16 años, cuando ingresó dentro de la Reial Congregació de la Puríssima Sang de Nostre Senyor Jesucrist de Reus. 

Para él, pertenecer a la agrupación religiosa y exhibir las complejas maniobras de cada una de las procesiones que elaboran para Semana Santa,  le ha enseñado una forma de vida. Sabiendo que esta sera la última contribución como Capità Manaies, Gil hace un repaso de la trayectoria completada hasta ahora. 

Parece mentira imaginar a otro Capità Manaies en su puesto, son muchos años...

He ejercido hasta 17 veces como Capità Manaies. Esta Semana Santa será la última. Me marcho en el momento adecuado y por motivos personales. Estoy satisfecho. El cargo ha comportado mucha dedicación y he tenido la suerte de llegar a concluir mi trayectoria habiendo conseguido los 50 vestidos para los Armats con la campaña de ‘50 és possible’. El hecho de dar un paso al lado supone también un honor, ya que el futuro ha de encabezar y gobernar la cohorte romana. 

«Desde la Congregación hemos querido contagiar la devoción   en todo lo que hacemos e incorporar a gente joven»

Repasemos. ¿Cómo fue su ingreso en la congregación y su nombramiento como Armat?
Recuerdo que ingresé a los 16 años como Armat de la Congregación, y de eso ya hace 33 años. Luego me convertí en Caporal y, más tarde decidí presentar mi candidatura como Capità Manaies. Fui distiguido con ese nombramiento y me dejaron hacer. Siempre hemos sido un gran equipo y hemos pasado muchas horas debatiendo sobre todo lo que atañe al futuro y mantenimiento de la agrupación. Suposo mucho esfuerzo.

¿Qué significó para usted formar parte de los Armats de la Sang de Reus?
Antes que ser Capità Manaies, soy Armat. Eso, de hecho, representa todo lo que soy. Ha sido un gran aprendizaje, la reflexión contínua que se cuece en el interior de la agrupación fortalece el equipo que la compne y te forma como persona. 

«Me queda un vacío y  nostalgia. Me ha costado decidirme, pero estoy orgulloso. Seguiré disponible para dar consejos»

Claro. Son muchos los actos que encabezan  los Armats...
Realizamos encuentros con otros Armats de las comarcas de Tarragona, pero desde la Reial Congregació organizamos también infinidad de actos, como el traslado del Sant Crist hasta Sant Pere, la vuelta a La Sang, el acto de Les tres gràcies, el Sant Enterrament. Encabezamos también la Baixada de Llances y el Opuscle, el pregón de Semana Santa y la Sentència de Pilat. Además, participamos en otros actos que organizan otras cofradías de la ciudad, como la solemne procesión de la Amargura, del Penediment y la del Silenci. 

Tuvo la suerte de vivir muchos cambios en la agrupación. ¿Cuál cree que ha sido su aportación durante estos 17 años?
En todo momento, desde la Congregación hemos querido contagiar la devoción en todo lo que hacemos e incorporar gente joven. Hemos pasado momentos cambiantes en los que no habían Armats suficientes como para formar una cohorte romana como dios manda. Pero con los años hemos conseguido ser 50 Armats en las calles. 

«Todas las cofradías deberían trabajar con la idea de rejuvenecer la Semana Santa, porque se cree algo arcaico. Hay que hacer todavía más pedagogía»

¿Qué hará a partir de ahora? ¿Dejará de ser Armat?
Nunca. Me queda un vacío y algo de nostalgia, pero no es malo. Me ha costado decidirme, pero estoy orgulloso. Aunque seguiré vinculado con la Congregación y estaré siempre disponible para todo aquel que precise de consejo, me tomaré un año de excedencia. Por lo que respecta al nombramiento de Capità Manaies, lo seré hasta el último día. Es decir, el traspaso será un acto público que se realizará el año que viene y donde tomará posesión el nuevo Capità Manaies. De forma interna, mi ejercicio se liquidará a partir del mes de mayo.

Por lo que respecta al nombramiento de Capità Manaies, lo seré hasta el último día

Y para terminar, ¿la gente joven vive la Semana Santa como en antaño?
Son tiempos distintos. Gente joven llama a más gente joven. Si conseguimos trabajar con eso, podemos conseguir relevos. Todas las confradías deberían trabajar con esa idea: dejar a las nuevas hornadas de cofrades, con su correspondiente carisma, liderar y hacer algo nuevo sin perder la filosofía que caracteriza a la entidad.

¿Cree que las administraciones les apoyan como deberían? 
Necesitamos más recursos. La Semana Santa, en muchos casos, se concibe como un acto pasado de moda y que debe avanzar. Hay que preocuparse por hacer más pedagogía, de la mano del respaldo institucional, y cuidar unas costumbres tan antiguas, casi tanto como la propia Festa Major.