«Nos equivocamos pensando que alguien celoso nos quiere»

Desde 2016, la Regidoria de Bienestar Social del Ayuntamiento de Reus, organiza ‘Connecta’t’, un proyecto destinado a mujeres víctimas de la violencia machista. Su objetivo es facilitar a las participantes herramientas de empoderamiento para fortalecer sus potenciales y mejorar su red social con sesiones impartidas por una trabajadora social y una educadora social. En el Diari, hemos tenido la oportunidad de hablar con una de las 18 mujeres que formo parte, este año, de ‘Connecta’t’. Ella ha accedido a la entrevista para ayudar a las demás mujeres. Ha pedido que su identidad fuera anónima para respetar su intimidad.

Cuesta hablar cuando eres víctima de la violencia de género. ¿Qué te ha llevado a decir que sí a esta entrevista?

Quiero que las mujeres compartan esta experiencia. Por un lado lograr que las víctimas hablen ya que el silencio no ayuda. Por otro, evitar que el tipo de situaciones que yo viví se repitan.

¿Cómo conociste Conneca’t?

A través de la asistenta social. Estaba en un momento que necesitaba ayuda como víctima de violencia de genero. Yo tenía 25 años cuando pasé por esta situación. Me habló de este proyecto y lo vi como un refugio, una ayuda para poder salir de lo que estaba viviendo.

¿Lo considerabas un espacio seguro?

Sí, porque te sientes identificada con otras personas y ves que no estas sola. No sientes vergüenza, porqué tus compañeras han pasado por las mismas situaciones que tu. Ahí te das cuenta que es algo normal y que le puede pasar a cualquiera. He creado una bonita amistad con tres mujeres de allí con las que tengo contacto actualmente y me han servido de apoyo.

Cuando te encuentras en una situación de violencia de género hay que tener mucha fuerza para romper el silencio

Me costo media vida hablar, doce años. Hasta que llegó la gota que colmó el vaso. Es que tu te sientes culpable y te preguntas, ¿por qué no he tomado la decisión de denunciarlo y he dejado pasar tanto tiempo? ¿Es mi culpa? ¿Por qué lo permito? Y acabas en un círculo en el que no te relacionas con nadie porque te invade la culpa. Me mandaron con una psicóloga y me ayudó muchísimo.

¿Qué fue lo primero que aprendiste en Connecta’t?

A relacionarme con las personas en grupo. Y a decir que no. Antes me costaba mucho decir que no. Tengo más seguridad conmigo misma. También nos enseñaron técnicas de auto defensa ante cualquier tipo de agresiones. Hemos hecho talleres de conversación en grupo contando experiencias vividas. Al principio cuesta un poco hablar y explicar lo que te ha pasado, pero ves que otras personas comparten su experiencia contigo.

¿Cómo te sientes después de este taller de seis meses?

He cambiado muchísimo. Me quiero más, me siento mas segura de mi misma. Estoy más feliz, mas tranquila. Siento que he empezado una nueva vida.

¿Ha cambiado tu forma de ver las relaciones?

Yo antes tenía el estereotipo de la mujer en casa, para criar a sus hijos y vivir para su familia. Es lo que nos enseñan. La sociedad tiene mucho que decir. Hicimos talleres para comprender que no tiene porqué ser así.

¿Qué le dirías a tu pasado yo?

Que de los errores se aprende. Una mujer ante todo tiene que quererse a si misma. La dignidad no hay que perderla ante nada. Animo a cualquier mujer que viva esta misma situación a que hable. Que no se quede callada en el silencio. Esto ayuda al maltratador a que siga. Hay que hablar.

Después de toda esta experiencia, ¿cuál es tu concepto del amor?

El amor es respeto, confianza, paz. No celos, ni golpes, ni maltrato físico. Una persona que te quiere no te grita ni te amenaza. No te pega. Te respeta y te cuida. Muchas veces las mujeres nos equivocamos y pensamos que una persona celosa nos quiere, pero no es así.

¿Qué te llevas de haber denunciado?

La felicidad de mis hijos, que están conmigo y ya no tienen que vivir esas situaciones ni ese tipo de entorno que es muy tóxico. Me gustaría educar a mi hijo de manera que tenga respeto a las mujeres. Sin actitudes machistas ni misoginia. En el caso de mis hijas, quiero educarlas de una manera que se sienten iguales, que vean que tienen las mismas oportunidades y derechos.