Polémica por la vacunación del alcalde de Riudoms

La campaña de vacunación contra la covid ha vivido este miércoles una jornada polémica en la demarcación de Tarragona. Tras lo ocurrido con el episodio de las tres enfermeras de las Terres de l'Ebre expedientadas por "invitar" a familiares a vacunarse, también ha generado polémica la vacunación del alcalde de Riudoms, Sergi Pedret, que, según relata él mismo en Facebook, recibió “una llamada de la persona que coordina el proceso de vacunación en la residencia (el Departament de Salut aclara que fue la propia residencia, no el personal de vacunación) de este municipio y me explicó que unas dosis se iban a tirar ya que, por diferentes circunstancias, algunas vacunas no se pudieron suministrar. El equipo de coordinación decidió que había que aprovecharlas y me pidió recibir la vacuna yo y otra persona –al parecer, un concejal-, ya que son habituales las reuniones del alcalde con la residencia. Seguí las indicaciones de los responsables de la vacunación, confiando en su criterio y en los protocolos establecidos para el desarrollo del proceso de vacunación de la población. Consideré que no soy yo quien debe decidir quién se vacuna o no, y menos todavía para negarme al ofrecimiento ante la posibilidad de que esta dosis se tirara, lo que podría ser interpretado como una desconfianza por mi parte hacia la seguridad de la vacuna”.

Sea como fuere y pese a las explicaciones del alcalde, su vacunación ha generado polémica en las redes sociales, al considerar varios ciudadanos que hay gente más vulnerable que podía haber recibido estas dosis de la vacuna. Por su parte, fuentes de Salut consultadas por el Diari anuncian que estudiarán lo ocurrido.   

Comunicado de la residencia

Desde la residencia L'Onada Riudoms han hecho público un comunicado en el que justifican el protocolo realizado y excluyen de cualquier responsabilidad a Pedret. "Lamentamos enormemente haber puesto en un compromiso tan grande al alcalde y a un concejal del municipio cuando nunca existió conversación previa ni se planificó ninguna posible vacunación en nuetra residencia a personas que no fueran las que constaban en la lista. Consideramos que no se ha actuado en ningún caso de forma errónea y creemos que si no se hubiera reaccionado rápidamente y de esta forma las dosis sobrantes se habrían lanzado a la basura".

Según el comunicado, el equipo técnico de vacunación solicitó el día 12 de enero que se buscaran a cuatro personas para administrar la vacuna en un plazo máximo de 15 minutos tras finalizar todas las personas previstas. "La primera opción fue llamar al CAP de Salut, que declinó el ofrecimiento de las vacunas porque el día siguiente tenía previsto la vacunación del personal". Fue entonces cuando se contactó con el consistorio por la ayuda que prestan tanto el alcalde como los concejales, surgiendo Pedret y uno de los ediles como la única alternativa para llegar con la máxima premura a la residencia.