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La Policía Nacional desplazada hace días a Reus está identificando a ciudadanos que pegan carteles y realizando tareas de vigilancia para poder incautar material relacionado con el referéndum del día 1 de octubre. Uno de los episodios con más repercusión fue el que tuvo lugar a las puertas de la sede de la ANC-Reus per la Independència la semana pasada. Pero uno de los movimientos más recientes ha tenido lugar este miércoles con agentes del cuerpo policial de paisano que se han personado por la mañana en el Pavelló Olímpic Municipal y han preguntado a un par de trabajadores de la sociedad municipal Rellsa (Reus Esport i Lleure) por la actividad que estaban realizando.
Precisamente en aquel momento estaban descargando material de un camión a las puertas del recinto para la celebración del acto que se celebrará este jueves con motivo de la conmemoración del 50 aniversario del Club Esportiu Santes Creus y que contará con la presencia del futbolista Sergi Roberto.
Los agentes no llegaron a identificar a los trabajadores y solo les preguntaban qué estaban haciendoSegún ha podido saber el Diari, los agentes no han llegado a identificar a los trabajadores y sólo se han limitado a preguntar lo que estaban haciendo. El Pavelló Olímpic de Reus es un equipamiento de titularidad municipal que sirve de sede electoral en todos los comicios y que también lo será para este 1-O, ya que el alcalde de Reus, Carles Pellicer, se comprometió a ceder todos los espacios municipales para que la ciudadanía pueda votar.
La actividad habitual
La presencia de los agentes en las inmediaciones del Pavelló ha sido breve. Apenas unos minutos. De hecho, a primera hora de la tarde reinaba una total tranquilidad en las inmediaciones del Pavelló. Un goteo de gente entrando y saliendo. Había movimiento. Pero nada relacionado con urnas ni con votos. Sino con actividades deportivas y el acto del Santes Creus. Trabajadores y jóvenes que andaban arriba y abajo. Lo que tiene que ver con el día a día del pabellón.
Algunos de los presentes ni siquiera sabían que los agentes habían pasado por allí en el turno de la mañana. Lo desconocían por completo. Y es que fue algo anecdótico. «Aquí todo está tranquilo», decían. Algunos reusenses, que estaban más al día de lo ocurrido, comentaban la jugada. Como una anécdota. Nada más.
