La actual ordenanza de civismo de Reus, en revisión después de que el pleno municipal se la tumbase a Carles Pellicer nada más comenzar esta legislatura, contínúa dando de qué hablar. En febrero del año pasado, el consistorio reusense instalaba una señales en una quincena de parques y plaza de la ciudad donde se recordaba que estaba prohibido, entre otras cosas, jugar a la pelota, circular en bicicleta o que los perros hiciesen sus necesidades, bajo una posible sanción máxima de 1.500 euros.
A la espera de saber de qué manera cambiará esta ordenanza, y si algunas de estas acciones dejarán de estar prohibidas o se rebajarán las sanciones, en algunos parques se producen a diario situaciones conflictivas entre los que están a favor de ellas y aquellos que están en contra. Uno de los últimos casos lo encontramos en la plaza Teresa Miquel i Pàmies, donde la semana pasada un vecino de la zona recibió -por parte de un adolescente- un pelotazo en la cara que, además de romperle las gafas, le obligó a ir al hospital por el fuerte golpe. Juan Carlos Martínez se queja de que «aquí, a pesar de que está prohibido, se juega a diario a la pelota y la Guàrdia Urbana viene y no hace nada, no multan a n nadie. Además , yo vivo en un primer piso y un día una pelota golpeó contra un cristal de mi casa».
La opinión entre los vecinos que frecuentan esta plaza es diversa, ya que el Diari también ha podido hablar con algunos que no ven mal que los jóvenes jueguen a la pelota. «Siempre se ha hecho y si lo hacen con cuidado no pasa nada», comentaba un hombre de mediana edad que prefirió no dar su nombre, quien añadió que «me parece indignante que puedan llegar a poner multas de hasta 1.500 euros por jugar a la pelota».
Revisión
Por su parte, desde el Ayuntamiento de Reus recuerdan que «la actual ordenanza de civismo está en revisión, para adecuar los importes de las sanciones a las circunstancias». Estas mismas fuentes municipales también aseguran que aunque legalmente se pueden aplicar las sanciones actuales, la Guàrdia Urbana vela por el cumplimiento de la ordenanza, pero siempre de forma pedagógica. ¿Si se sanciona a la primera de cambio? Depende. Se interpreta la circunstancia (si es menor, reincidente, etc.) y muchas veces lo que se hace es advertir al infractor».