Ramadán solidario en la mezquita de Reus

El centro acoge cada día, al anochecer, a unos 80 fieles con pocos recursos económicos para que rompan el ayuno de toda la jornada

04 junio 2017 10:18 | Actualizado a 14 noviembre 2017 13:35
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El Ramadán -el noveno mes del calendario musulmán en el que los practicantes de esta religión ayunan desde el alba hasta que se pone el sol para celebrar que el profeta Mahoma recibió la primera revelación del Corán- congrega cada tarde en la mezquita de Reus a unos 80 fieles. Es la penúltima oración del día y coincide con la puesta de sol, el momento en el que se produce el iftar, o ruptura del ayuno.

Una vez finalizado el rezo, la mayoría de personas que se ha congregado en la mezquita no marcha a sus hogares a disfrutar del iftar, ya que carece de los recursos necesarios para echarse algo a la boca. Consciente de esta problemática, y en un gran gesto de solidaridad, la Associació Cultural de Musulmans de Reus i Comarca ofrece cada día -durante el mes de Ramadán- unas 80 raciones de comida para que estos fieles necesitados  puedan irse a la cama con el estómago lleno.

«El Ramadán es una celebración espiritual, pero también tiene un fuerte componente solidario», explica Mohamed Said, portavoz de la Associació Cultural de Musulmans de Reus i Comarca. De esta forma, y mientras a las 21.20 horas los fieles que se han acercado hasta la mezquita de la calle Tolerància empiezan a reza, en el exterior se ultiman los detalles de una gran mesa que acogerá el iftar.

No faltan algunos de los productos más típicos de la gastronomía árabe y también del mes de Ramadán. Los comensales se encontrarán en la mesa una bandeja con un trozo de pan y una ración de regaif (una especie de crep  relleno de verdura y pollo), un plato de harira (una sopa típica a base de verduras y carnes) y chebakia, (un dulce típico del Ramadán). Todo ello, acompañado de zumo de fruta y de leche. Una vez consumido este primer aperitivo, también se sirve una ración de carne con salsa, normalmente pollo o ternera. Tampoco faltan los dátiles y el té.

«El Ramadán es una gran fiesta solidaria y todos estos productos que ofrecemos gratis los conseguimos gracias a las aportaciones de nuestros fieles, ya sea con la entrega de comida o de dinero», comenta Mohamed Said, quien añade que «ayudamos a personas que económicamente no están bien y que en sus casas tienen problemas para romper el ayuno. Aquí, en cambio tienen la posibilidad de comer después de haber estado todo el día sin hacerlo».

Concienciación
La celebración del Ramadán van cambiando de fechas cada año y, dependiendo de las horas de sol que haya, hace que sus fieles estén más o menos tiempo sin poder comer durante el día. Este año, esta festividad religiosa coinciden en España muy cerca de solsticio de verano, por lo que los musulmanes tienen que estar en ayuno desde las seis de la mañana hasta las nueve y media de la tarde. Said no cree que en esta época del año el Ramadán sea más duro, sino que se trata de «concienciarse. Sí que es verdad que tienes algo más de sed durante el día por el calor, pero no es un problema».

Los musulmanes recuerdan que el Ramadán es una fiesta espiritual pero también solidaria

Una vez cenados, los fieles musulmanes tienen una última cita con la oración a las once de la noche. Después se acuestan para dormir, aproximadamente, unas cuatro horas porque sobre las 4.50 de la madrugada ya están comiendo otra vez antes de que despunte el sol. «En esta época del año, durante el Ramadán dormimos unas cuatro horas, porque nos tenemos que levantar muy pronto para comer -algo más ligero que por la noche- y poder aguantar todo el día», comenta Mohamed. No hay que olvidar que las personas enfermas, los niños y las mujeres embarazadas están exentos de practicar el ayuno durante el Ramadán.

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