Resiliencia del comercio local de Reus a ritmo de rock

Reportaje. La  propietaria de la tienda de música Qui’k se jubila pero ha logrado evitar el cierre del negocio de 44 años gracias a una clienta de toda la vida

23 marzo 2021 06:30 | Actualizado a 23 marzo 2021 15:31
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Hoy en día es tan raro que un pequeño comercio local no cierre que hay que celebrarlo. Cori decidió jubilarse tras 44 años al frente de Qui’k, la tienda de discos que nació en el 1977 en un pequeño local calle Llovera, dónde vivió su época dorada, y ha logrado resistir a la digitalización de la industria en la calle Sant Joan, dónde se ubica desde hace 13 años. A la propietaria le preocupaba que el cierre de su etapa laboral significara, a la vez, la pérdida del negocio, considerado una meca para muchos melómanos del territorio. «Mantener el Qui’k abierto es un triunfo, una esperanza para que la gente vea que, a pesar de las circunstancias, no se acaba el mundo», valora, feliz Cori Garriga.

Estuvo buscando la persona adecuada para seguir con el legado hasta que se le ocurrió la persona ideal: «Se lo propuse a Estrella. Viene a la tienda desde que era una niña, tiene muy buen gusto musical y conoce todo tipo de estilos. Además, es tan fan de los directos como yo».

Estrella y Cori han compartido, sin saberlo, decenas de concierto de música pop y rock internacional y nacional. A las dos se les ilumina la cara al recordar las experiencias de un tan añorado buen directo.

Sin embargo la decisión no fue fácil para Estrella Segura, que se lo pensó mucho antes de dar el sí. Coger un negocio en los tiempos que corren es algo que merece análisis. Pero hubo distintos factores que le hicieron decidirse. Primero, el clamor de los clientes de dar continuidad a un negocio: «¿Y qué haremos ahora?, me decían todos cuando anunciaba mi jubilación», ejemplifica Cori. Segundo, el amor de Estrella por la música: «La música me ha aportado mucho durante toda la vida... Yo no sé tocar ni cantar, pero quiero darle a la gente algún lugar dónde comprar música. Ese es mi agradecimiento».

Estrella asume el reto de recoger la experiencia de Cori: «En referente a la música, si algo existe, ella lo encuentra, no falla». La nueva encargada quiere darle continuidad a la marca Qui’k para que no pierda identidad. La hará a partir de este mes de abril, cuando Cori cambiara su posición de detrás del mostrador a clienta. «Continúa una etapa y eso me hace feliz», señala la fundadora.

Una cena con Springsteen

El apodo Qui’k nació en un bar de Salou. Cori estaba con su compañero pensando nombres que se fueran de lo común y no fueran en inglés, castellano o catalán. La acechaban los mosquitos, a los que aquí se les llama cuic y dieron con ello. Qui’k no es más que una interpretación moderna y propia de una forma muy antigua de referirse al mosquito.

Poniendo la vista atrás recuerda las épocas en que las novedades salían espaciadas en el tiempo y un vinilo de la Trinca llegaba a las 500 ventas. Era Qui’k empezaba su andadura, y el rock catalán dominaba en la oferta.

La época dorada llegó a finales de los 80 y durante los 90. «Recuerdo las colas en la calle Llovera para comprar el disco de Alejandro Sanz... ¡podías vender 150 en un día!». En esa época, el local daba para pagar el salario a 4 trabajadores «y el contable no paraba».

Con los 2000 llegó Internet y el cambio. Aunque esas navidades no lo notaron, por el fenómeno Operación Triunfo 1 «al hacer recuento vimos que habíamos facturada como nunca, pero todo lo que se vendió fue OT». Ahí empezó la bajada de ventas y Cori decidió incluir productos de ‘merchandising’: camisetas, posters... incluso películas. «Aunque siempre con la música como causa principal, sin perder la identidad».

Ahora, explica, en Reus sigue habiendo muchos melómanos que no perdonan la compra del disco de su grupo e incluso van al local a pedir referencias para descubrir nueva música.

Cori se llevará de la tienda todo un repertorio de recuerdos y grandes hits de su vida como las entradas a los mejores conciertos de la época  Kool and the Gang, Tina Turner, Phil Collins, Steve Wonder, clásicos del pop nacional como El Último de la Fila...o como el día que cenó con Bruce Springsteen y su banda de quien le habló del negocio en Reus «todo lo bestia que es en el escenario, lo es de simpático fuera». Una experiencia que, considera «la medalla a mi carrera laboral».

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